Cuando no se puede dar el pecho al bebé y es necesario elegir una leche de fórmula, hay que tener en cuenta varios factores importantes como la edad del bebé, las recomendaciones del pediatra o si tiene necesidades nutricionales específicas. Con estos consejos podrás elegir correctamente.

 

¿Qué factores tener en cuenta a la hora de elegir la leche de fórmula?

 

1. Consulta con el pediatra: antes de elegir cualquier fórmula, consulta con tu pediatra. Ellos pueden recomendar una fórmula basada en la salud, la edad y posibles alergias o intolerancias de tu bebé.

2. Tipos de leche de fórmula para lactantes. Las fórmulas para bebés están diseñadas para diferentes necesidades. Asegúrate de leer las etiquetas y entender cuál se ajusta mejor a tu bebé:

Fórmula estándar a base de leche de vaca: adecuada para la mayoría de los bebés. Está modificada mediante calentamiento y otros métodos para que la proteína sea más digerible ya que los bebés no pueden tomar leche de vaca normal antes de los 12 meses. Se añade más azúcar de la leche (lactosa) para que la concentración sea igual a la de la leche materna y se elimina parcial o totalmente la grasa láctea.

rmula a base de leche de cabra: la leche de cabra es muy fácil de digerir ya que tiene una composición de proteínas diferente a la leche de vaca, lo que hace que se comporte de manera distinta en su barriguita. Una vez digerida, el cuajo suave de la leche de cabra se separa de forma más sencilla, ayudando a que su estómago esté relajado. Además, puede ser una alternativa si tu bebé tiene intolerancia a la lactosa de la leche de vaca.

rmula a base de soja: para bebés con alergia a la leche de vaca o si prefieres una opción sin productos animales si eres vegetariano o vegano y quieres que tu hijo lo sea.

No obstante, las fórmulas a base de soja no se recomiendan en lactantes alérgicos a la leche de vaca porque hasta la mitad de los lactantes alérgicos a la leche también son sensibles a la proteína de soja y, por lo tanto, deben recibir fórmulas especializadas (tales como las basadas en aminoácidos o las elementales) o leche materna. Consulta a tu pediatra antes.

Las fórmulas a base de soja son más recomendadas para los lactantes con galactosemia, es decir, intolerancia a la galactosa, uno de los dos azúcares de la lactosa. Estos bebés no toleran la leche materna y deben alimentarse con una fórmula sin lactosa.

– Fórmulas sin lactosa: para bebés con intolerancia a la lactosa.

– Fórmulas hipoalergénicas: para bebés con alergias severas a proteínas de la leche de vaca.

– Fórmulas antirreflujo: especialmente diseñadas para reducir el reflujo o vómitos frecuentes.

– Fórmulas especiales para prematuros o bebés con bajo peso: altamente enriquecidas en nutrientes.

3. Edad del bebé

  • De 0 a 6 meses: fórmulas para recién nacidos con DHA (ácido docosahexaenoico) y ARA (ácido araquidónico) para el desarrollo cerebral y visual. Imitan a la leche materna.
  • De 6 a 12 meses: fórmulas de continuación, que suelen incluir más hierro y proteínas.
  • Más de 12 meses: fórmulas de crecimiento o leche entera, según lo que recomiende el pediatra.

4. Ingredientes clave que debe tener la leche de fórmula

– Hierro: fundamental para prevenir la anemia, un trastorno más habitual en bebés de menos de 12 meses. Algunos lactantes no tienen suficientes reservas naturales de hierro, un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo humanos normales, por lo que es necesario asegurarlo mediante la dieta.

Por eso, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda actualmente el uso de fórmulas enriquecidas con hierro para todos los lactantes que no reciban lactancia materna.

Ácidos grasos DHA y ácido araquidónico (ARA): importantes para el desarrollo cerebral y visual del bebé.

Fórmulas sin azúcares añadidos: revisa los ingredientes para evitar fórmulas con azúcares innecesarios y perjudiciales para la salud del tu peque.

Otros minerales como calcio para fortalecer sus huesos y dientes o zinc, fundamental para el crecimiento.

– Vitaminas, como las vitaminas A, B, C y D.

5. Forma de presentación

Polvo: es más económica, pero requiere preparación y mezclarla con agua en las cantidades indicadas por el fabricante.

Líquida concentrada: más fácil de preparar, pero más costosa.

Lista para usar: la opción más cara, pero conveniente para viajes o emergencias.

6. Considera necesidades especiales

Si tu bebé muestra signos de alergias (como sarpullidos, diarrea, o vómitos) o intolerancias, consulta al pediatra para cambiar a una fórmula específica.

Es extremadamente poco frecuente que los bebés tengan un problema importante para digerir y absorber la lactosa (aunque suele ocurrir en niños mayores y adultos). Aunque las fórmulas sin lactosa son buenas fuentes de nutrición, consulta tu pediatra antes de ofrecerle una leche sin lactosa ya que no se debe quitar la lactosa de la leche si no es necesario.

Para casos de estreñimiento, algunas fórmulas contienen prebióticos que pueden ser útiles.

7. Evita cambios frecuentes

Cambiar la fórmula con frecuencia puede causar molestias digestivas. Una vez que encuentres una adecuada, mantén la consistencia a menos que el pediatra sugiera lo contrario.

8. Asegúrate de cumplir con regulaciones

Elige marcas reconocidas y aprobadas por organismos de regulación con marcado como CE en Europa.

Capricare es una leche de fórmula hecha a partir de leche entera de cabra, más suave, digestiva y natural en la barriguita de los bebés. Capricare está disponible en todas las etapas del crecimiento.

Fuentes:

American Academy of Pediatrics: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/formula-feeding/Paginas/Choosing-an-Infant-Formula.aspx