Durante el primer mes de vida parece que el recién nacido solo duerme, come y llora, pero lo cierto es que ya en estas 4 primeras semanas va avanzando en su desarrollo. Descubre cómo es el primer mes de tu bebé.

Desarrollo físico del primer mes

Los recién nacidos pesan entre 2,8 y 3,8 kilos al nacer. En los primeros días tras el parto pierden en torno a un 10% de su peso corporal y no empiezan a recuperarlo hasta 10 días después. Por eso, hacia el final de este mes su peso está entre 3,5 y 4,5 kilos.

En cuanto a su altura, miden en torno a 50 cm y crecen entre 3 y 4 cm en este primer mes.

Sus primeros días son fundamentales para adaptarse al nuevo ambiente. Tienen que aprender a respirar, succionar, llorar, dormir, etc. Todo es nuevo para ellos, por lo que los primeros días pueden ser más complicados hasta que van cogiendo un ritmo regular. Para ayudarle, es fundamental seguir unas rutinas y horarios en lo posible, aunque respetando la alimentación a demanda.

La cabeza del neonato es grande y pesa mucho y, como no tiene fuerza en el cuello, no puede sostenerla, por lo que debes cogerla con mucho cuidado y sostenerla siempre con una mano. Su piel es traslúcida y se notan sus venas y es posible que nazca con la cara muy roja del esfuerzo del parto.

No ve con nitidez ni distingue bien objetos alejados más de 25 cm. Además, distingue mejor los colores blanco, negro y rojo.

Los reflejos del bebé

El bebé nace con una serie de reflejos primarios que son fundamentales para su desarrollo. Los más importantes son:

  • Reflejo de búsqueda: si acaricias la mejilla del bebé, gira su cabeza hacia esa dirección abriendo la boca. Es un reflejo fundamental para agarrarse al pecho o biberón y mamar.
  • Reflejo de succión: una vez que cierra sus labios sobre la tetina o el pezón, comienza a succionar. El reflejo de succión tiene la máxima respuesta a los 20-30 minutos después del parto, por eso se aconseja colocar al bebé al pecho nada más nacer para favorecer la lactancia materna.
  • Reflejo de sobresalto: ante un movimiento brusco o un sonido fuerte, se sobresalta, llora y da patadas.
  • Reflejo de presión: al colocar un dedo entre sus manos, la cierra con fuerza y lo agarra fuertemente.
  • Reflejo de marcha: si le sostienes sobre la planta de uno de sus pies apoyada en una superficie firme, el pequeño tenderá a dar un paso con el otro pie.

Hitos de desarrollo en el primer mes

  • Se lleva la mano a la boca.
  • Está más atento y despierto cada día.
  • Mueve el cuerpo con más coordinación.
  • Mueve la cabeza al oír tu voz hacia el lugar del sonido.
  • Mueve la cabeza de lado a lado acostado boca abajo.
  • Levanta la cabeza unos segundos acostado boca abajo.
  • Enfoca a una distancia de 25 a 30 cm. Prefiere los rostros humanos.
  • Se calma cuando le hablas o le cantas.
  • Reconoce un objeto que le enseñes, escondes y le vuelvas a enseñar segundos después.
  • Hacia el final del primer mes inicia la sonrisa social, una sonrisa involuntaria que surge como respuesta a una sonrisa tuya, aunque a ti te parecerá lo más maravilloso del mundo.

¿Cuándo debo preocuparme?

Si hacia el final del primer mes observas estos signos, debes consultar con su profesional de pediatría:

  • Succiona poco y come de manera muy lenta.
  • No parpadea ante una luz brillante.
  • No enfoca o no sigue con la vista un objeto cercano.
  • Sus extremidades están rígidas y no se mueven o parecen demasiado blandas.
  • Su mandíbula inferior tiembla incluso cuando no llora ni grita.
  • No responde a sonidos fuertes.

Desarrollo del lenguaje en el primer mes del bebé

Los bebés se comunican con sus padres desde que nacen por medio de sus gestos, sus grititos y el llanto. En este primer mes emiten sonidos muy guturales y, hacia la cuarta semana de vida, puede empezar a hacer un sonido parecido a “aj”.

¿Cómo es el sueño del bebé de un mes?

Durante estas primeras semanas los bebés duermen entre 16 y 20 horas al día, pero no seguidas. Lo habitual es que se despierten cada 2 horas para comer, aunque algunos comen más a menudo y otros pueden aguantar hasta 3 horas seguidas durmiendo.

Durante el embarazo dormía de día y estaba más despierto de noche, por lo que no sigue los ciclos de día y noche de los adultos. Hasta que no pasen unas semanas no empezará a respetar los ciclos de sueño y vigilia marcados por la luz y la oscuridad. Para ayudarle es bueno que por el día duerma con más luz y ruidos y por la noche a oscuras y en silencio.

No te extrañes si hace muchos ruidos al dormir o su respiración se corta durante unos segundos, es normal en bebés. Y es que los adultos hacemos 20 respiraciones al minuto y los niños entre 40 y 60, por eso respiran tan rápido y agitadamente.

La alimentación del bebé en su primer mes de vida

Tanto la OMS (Organización Mundial de la Salud) como las asociaciones de pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva en sus primeros 6 meses de vida ya que es el mejor alimento para el pequeño.

Pero si no puedes o no quieres, puedes optar por leches de fórmula para lactantes de inicio de vaca o de cabra y el biberón.

Tanto si el bebé es alimentado con lactancia materna como con lactancia artificial, hay que respetar la alimentación a demanda, es decir, dar de comer al bebé cuando lo pida, sin horarios fijos.

Otros consejos para el cuidado del bebé de un mes

  • Mantén el cordón umbilical seco y cambia la gasa a menudo hasta que este se caiga, entre los 10 y los 15 días de vida.
  • El baño diario no es necesario, basta con bañarle cada 2 días, pero ayuda a crear rutinas.
  • Paséale a diario.
  • Fomenta el desarrollo del vínculo con tu peque mediante, masajes, caricias, nanas, cogiéndole en brazos, etc.
  • Cambia su pañal a menudo, lo habitual es que haga pis entre 8 y 10 veces al día y caca después de cada toma, aunque hay niños que hacen caca solo una vez al día y también es normal.
  • Vístele con ropa cómoda, ancha y de fibras naturales.

¿Cómo estimular al bebé de un mes?

  • Coloca un móvil de cuna sobre su cabeza y hazlo girar para estimular su vista.
  • Cambia su cuna de sitio para que tenga diferentes vistas.
  • Cántale nanas o canciones de cuna.
  • Dobla y estira suavemente sus rodillas y piernas al cambiarle.
  • Coloca un espejo cerca de su rostro para que pueda verse.
  • Colócale algunos ratos boca abajo en una superficie firme para ayudar al desarrollo de sus músculos.
Fuentes:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Nieto, Marianela; Hernández, Manuela (2009), Ya estoy en casa. Preguntas y respuestas clave para el cuidado del bebé. Eduforma.

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.