La gripe y el resfriado comparten muchos síntomas, sobre todo en bebés en los que los resfriados van acompañados de fiebre más a menudo que en los adultos. Por eso, no siempre es fácil saber si tu bebé padece un tipo u otro de infección respiratoria.

Diferencias entre gripe y resfriado

El resfriado es una enfermedad de las vías respiratorias altas más habitual que la gripe. Suele estar causado por los virus rinovirus y no es tan estacional como la gripe, por lo que los niños pueden contraer resfriados en cualquier época del año. De hecho, lo habitual es que tengan unos 8 resfriados al año.

La gripe suele estar causado por el virus de la gripe o influenza y, como decíamos, suele presentarse de forma epidémica entre los meses de octubre a abril. Fuera de estos meses es más raro contagiarse de la gripe.

También los síntomas varían ligeramente entre una enfermedad y otra. Así, los síntomas del resfriado más habituales son dolor de garganta, nariz taponada, estornudos, tos y fiebre que comienza al tercer día y no suele ser muy alta. Los bebés pueden sentirse molestos por la congestión nasal, respirar y dormir mal, comer menos…

Mientras que los síntomas de la gripe son más intensos y comienzan más repentinamente con fiebre más alta desde el primer día, dolor muscular, cansancio, escalofríos, dolor de garganta, tos seca (generalmente), congestión nasal. En este caso, los bebés se muestran irritables, soñolientos, con poco apetito, desganados…

También se diferencian en la duración de los síntomas, ya que los resfriados suelen durar entre 3 y 10 días, mientras que la gripe dura entre 7 y 14 días, pudiendo alargarse algunos síntomas como el cansancio hasta 3 semanas.

¿Cómo cuidar a mi bebé cuando tiene gripe o resfriado?

En general, no hay tratamiento para estas enfermedades ya que son víricas, por lo que no se deben administrar antibióticos nunca. En cuanto a los antivirales para la gripe, solo son eficaces en las 48 horas de empezar con los síntomas y no suelen administrarse más que en casaos graves.

Por eso, el tratamiento en caso de resfriado o gripe va encaminado a aliviar los síntomas y mejorar el estado del pequeño. Para la fiebre y los dolores, tanto musculares como de garganta, se puede administrar paracetamol en menores de 6 meses y antiinflamatorio en mayores de esta edad.

Asimismo, es conveniente que el niño se quede en casa descansado hasta que se encuentre mejor, no hay que llevarlo a la escuela infantil o colegio mientras tenga fiebre, muchos mocos o dolores musculares.

Se deben administrar muchos líquidos para hidratar y ayudar a expulsar los virus y los mocos. Si todavía es lactante, ofrécele el pecho o el biberón más a menudo. Si ya come alimentos sólidos, dale agua, caldos, zumos naturales…

También se deben hacer lavados nasales con frecuencia y, para facilitar el sueño, elevar ligeramente su colchón poniendo una almohada o cuña por debajo del mismo. Puedes colocar un humidificador en su cuarto antes de irse a la cama.

¿Se pueden prevenir estas enfermedades?

Para prevenir los contagios más graves y la transmisión del virus de la gripe se puede poner la vacuna de la gripe, que se inocula antes de la temporada de gripe. Esta vacuna se recomienda a las personas mayores, niños de entre 6 meses y 5 años y todos aquellos que tengan patologías que pueden complicar la infección de la gripe.

La forma en la que administrarán la vacuna es en dos dosis, los bebés necesitan un refuerzo de la vacuna a las 4 semanas de haberse puesto la primera.

Otras medidas que pueden ayudarte a prevenir el contagio de este tipo de enfermedades son:

  • Lavarse las manos a menudo, sobre todo antes de comer.
  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas. Si no hay más remedio, usar mascarilla siempre que sea posible.
  • Cubrirse la boca con un pañuelo desechable cuando se tosa o estornude.
  • Evitar en inviernos los espacios cerrados y muy concurridos.
  • No fumar delante ni cerca del bebé.
  • Ofrecer una dieta saludable al pequeño para fortalecer su sistema inmunitario.

¿Cuándo ir a urgencias?

En cuanto nuestro bebé o niño tiene fiebre nos ponemos nerviosos y queremos salir corriendo al médico o incluso a urgencias. Sin embargo, la mayoría de los niños pasa estas enfermedades de forma leve y se curan solos en unos días, por lo que no hace falta ni siquiera acudir al profesional de pediatría.

Solo se aconseja ir a urgencias en los siguientes casos:

  • bebés menores de 3 meses con más de 38º C de fiebre ya que puede indicar una infección bacteriana.
  • bebés de entre 3 y 6 meses con más de 38,3º C
  • bebés de más de 6 meses con más de 39,4º C.
  • fiebre que no baja en 24 horas.
  • tos intensa que dura más de 1 semana.
  • somnolencia y cansancio exagerados.
  • síntomas de deshidratación como llorar sin lágrimas, fontanela hundida, no hacer pis ni mojar los pañales en más de 8 horas, etc.
  • convulsiones febriles.
  • piel cianótica (azulada).
  • problemas para respirar, disnea, tirajes de las costillas, sibilancias y ruidos al respirar…
  • sarpullido rojo que no desaparece al presionar.

Fuentes:

Havers FP, Campbell AJP. Influenza viruses. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KM, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 285.