Los snacks industrializados son ricos en grasas poco saludables, sal, azúcares, aditivos y conservantes… y tienen un bajo contenido nutricional. Por eso, es mejor sustituirlos por alguna de estas alternativas saludables.
Riesgos de los snacks industrializados para la salud
Los snacks industrializados pueden ser perjudiciales para la salud de los niños ya que contienen ingredientes que no son buenos, a la vez que no aportan ningún nutriente saludable:
– Alto contenido de azúcares añadidos: muchos snacks industrializados están cargados de azúcares añadidos, lo que puede conducir a un aumento del riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries dental en los niños.
– Exceso de grasas poco saludables: estos productos suelen contener grasas saturadas y grasas trans, que están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. El consumo excesivo de grasas poco saludables también puede contribuir al sobrepeso y la obesidad infantil.
– Elevado contenido de sodio: los snacks salados, como las patatas fritas y otros productos similares, suelen tener un alto contenido de sodio. El consumo excesivo de sodio en la infancia puede llevar a hipertensión y otros problemas cardiovasculares en la edad adulta.
– Presencia de aditivos y conservantes: muchos snacks industrializados contienen aditivos y conservantes que pueden tener efectos adversos en la salud. Algunos de estos compuestos han sido asociados con problemas de comportamiento y atención en los niños, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
– Bajo valor nutricional: estos productos suelen ser pobres en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Una dieta rica en snacks industrializados puede desplazar el consumo de alimentos más nutritivos, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales y afectar el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños.
– Riesgo de hábitos alimentarios poco saludables: el consumo frecuente de snacks industrializados puede establecer patrones de alimentación poco saludables que se mantengan a lo largo de la vida. Los niños que consumen regularmente estos productos pueden desarrollar una preferencia por alimentos altos en azúcar, sal y grasas, lo que puede dificultar la adopción de una dieta equilibrada en el futuro y conducir a problemas como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer…
Por eso, debes fomentar el consumo de snacks saludables.
Snacks saludables para niños
- Macedonia de fruta con trocitos de manzana, pera, plátano, uvas… Aprovecha las frutas de temporada, si es verano puedes hacerla con sandía, melón, melocotón, etc.
- Crudités de zanahoria o apio que se pueden untar en salsas saludables como el hummus, el guacamole… todo casero para evitar aditivos y conservantes.
- Un puñado de frutos secos como nueces, almendras, pistachos… siempre crudos o tostados y sin sal. Si tu hijo es menor de 5 años, los frutos secos deben darse molidos, no enteros ya que tienen riesgo de atragantamiento.
- Barritas energéticas caseras a base de semillas, avena y frutos secos. Son muy fáciles de hacer en casa, solo tienes que mezclar los ingredientes elegidos y hornearlos.
- Palomitas de maíz, una alternativa muy saludable siempre que no les eches sal ni azúcar. Puedes echarles un poco de pimentón para darles un sabor diferente.
- Smoothies de frutas que se pueden mezclar con un poco de hielo en verano para tener una bebida refrescante y saludable. Puedes agregar algunos vegetales como las espinacas para aumentar la cantidad de vitaminas y minerales.
- Helados de frutas caseros realizados con fruta que puede estar previamente congelada (fresas, frambuesas, plátano) y batirla junto con un poco de leche de coco para espesar o medio aguacate.
- Garbanzos horneados que se pueden mezclar con las especias que más te gusten. Hornéalos hasta que queden crujientes, dorados y tostados.
- Tortitas de brócoli, muy fáciles y rápidas de preparar, solo tienes que mezclar el brócoli cortado en trozos pequeños y añadir queso rallado, huevo, pan molido, cebolla picada, sal y pimienta. Lo vuelcas en un molde y lo metes 20 minutos al horno.
- Chips de manzana. Corta en láminas finas manzanas rojas, añádelas un poco de canela y hornéalas 2 horas a 140º.
- Edamame. Ricas en proteínas y fibra, son fáciles de preparar y muy nutritivas.
- Muffins de arándanos (o de otra fruta). Para hacerlos necesitas harina, huevos, azúcar, puré de manzana, limón, vainilla, leche y los arándanos. Mézclalo todo y hornéalo.
- Fruta deshidratada. Puedes deshidratarla tú o comprarla ya deshidratada. Es muy nutritivo y un snack dulce saludable.
- Galletas de avena. Basta con mezclar mantequilla, azúcar, huevos, vainilla, ralladura de zanahoria, de naranja y la avena. Mezcla bien, dale forma de galleta y hornéalo hasta que esté listo.
- Piruletas de banana. Trocea un plátano en rodajas, añádele un palo en uno de sus lados, báñalo con un poco de cacao (lo más puro posible) derretido y déjalo enfriar.
- Brochetas de frutas y queso. Crea las brochetas mezclando fruta como manzana, fresa o uvas, con trocitos de queso.
- Granola. Se realiza mezclando arándanos rojos, uvas pasas y copos de avena con una cucharadita de miel. Añade un poco de aceite de oliva y hornea durante 10 minutos. Puedes combinarlo con fruta fresca o yogur natural.
- Rollos de plátano. Unta una tortilla de trigo integral con crema de cacahuete natural, elaborada en casa. Coloca un trozo de plátano maduro y enrolla.