De forma general, a partir del sexto mes de vida, podemos incluir nuevos alimentos en la dieta de nuestro peque. Las mejores opciones para comenzar son la fruta y la verdura, pues, gracias a su dulzor, al bebé no le resulta tan brusco el cambio. Recordemos que, posiblemente, se han alimentado exclusivamente de leche materna o de leche de fórmula durante los seis primeros meses.

Ahora que el calor nos acompaña, os contamos las numerosas ventajas que tiene comer fruta en verano, especialmente si son de temporada. ¡Veréis que las propiedades para nuestra nutrición son muchísimas!

¿Cuáles son las propiedades de las frutas?

Como hemos comentado, las frutas tienen muchas propiedades beneficiosas para el organismo y la salud. De forma general, destacan las siguientes:

  • Mejoran el funcionamiento del aparato digestivo al tener un elevado aporte de fibra.
  • Tienen un elevado contenido en agua. Esto implica que son ideales para la hidratación de nuestros peques, sobre todo cuando hace mucho calor. También mejora el funcionamiento de los riñones. Por ello, es importante comer frutas en verano, pues se reduce considerablemente el líquido del cuerpo como consecuencia de una excesiva sudoración, lo que aumenta el riesgo de deshidratación, especialmente en los más pequeños de la casa, más sensibles a este problema al estar su cuerpo compuesto por entre un 70 a un 80 % de agua.
  • Fortalecen los dientes y los huesos.
  • Son altamente diuréticas y depuran el organismo.
  • Tienen un alto nivel de vitaminas A, B y C. La vitamina B es buena para tener un sistema nervioso sano. La vitamina C, por su parte, es importante para evitar posibles infecciones, además de ayudar en la labor de cicatrización.
  • También aportan minerales como potasio, hierro, calcio, magnesio, etc. Y ácidos orgánicos que cumplen diferentes funciones en el organismo, como el ácido cítrico que potencia la acción de la vitamina C, además de ser desinfectante. O el ácido salicílico, que tiene una acción antiinflamatoria y anticoagulante.

Ahora que ya sabemos las propiedades generales de las frutas de verano, descubramos las propiedades de cada una.

Melón

El melón se caracteriza por su alto contenido en vitaminas A y C. La primera causa que sea un buen antioxidante, por lo que es ideal para prevenir el cáncer, así como para reducir el riesgo de sufrir problemas cardíacos.

¡Pero no sólo eso! También es rico en calcio, potasio, magnesio, fósforo y carbohidratos. Asimismo, es un alimento ideal para depurar y rehidratar el organismo.

Melocotón

El melocotón aporta a nuestro organismo fósforo, calcio, manganeso, potasio y vitamina B. Se caracteriza por ser un alimento laxante, diurético, además de por ayudar a limpiar los riñones. Y si nuestro bebé está pasando por un proceso antiinflamatorio, ¡el melocotón es ideal!

¡Consejo para las mamis! El melocotón contiene magnesio, por lo que se recomienda comerlo en los días anteriores a la menstruación. ¡Funciona como sustituto del chocolate!

Cerezas

Al igual que el melocotón, las cerezas son inflamatorias, diuréticas y ligeramente laxantes. Tienen un alto nivel de vitamina C, calcio, hierro y zinc. Por ello, son buenas para prevenir enfermedades como la osteoporosis, además de ralentizar la degeneración de las células del organismo.

Sandía

La sandía se caracteriza por ser agua en un 96% de su composición. Su color es consecuencia de un componente, el carotinoide licopeno, que, además, tiene propiedades antioxidantes.

Es también rica en vitamina C, lo que la convierte en una de las frutas más desintoxicantes y diuréticas. Además, también posee un alto nivel de vitaminas A, B1 y B2.

Ciruelas

Las ciruelas se caracterizan por tener altos niveles de potasio, fósforo, hierro y fibra, vitamina A, C y E. Es buena para hacer frente a problemas digestivos como el estreñimiento o las náuseas, además de reducir el colesterol.

Gracias a la vitamina E, la ciruela es una fruta ideal para retrasar el envejecimiento. Asimismo, tiene propiedades favorables para los sistemas nervioso y sanguíneo.

Pera

La pera se caracteriza por ser rica en potasio, fibra y agua. De hecho, casi el 80% de su composición es agua. Por estas propiedades, es una fruta ideal para hacer frente a los problemas digestivos.

Si nuestro peque es diabético, la pera es la fruta hecha a su medida. Permite controlar el nivel de glucosa que hay en la sangre y, así, evitar posibles problemas de azúcar.

Con todo, las frutas tienen numerosas propiedades nutritivas. Por eso, su consumo es esencial; no debe faltar en la dieta de los peques. Así, nos aseguraremos de que su crecimiento es el adecuado.

Mango

El mango tiene un alto contenido en contenido en fibra, pectina y vitamina C, lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y fortalecer el sistema inmune.

También tiene vitamina A que mejora la salud ocular, antioxidantes, hierro, calcio y otros nutrientes que lo convierten en una fruta muy saludable.

Con todo, las frutas tienen numerosas propiedades nutritivas. Por eso, su consumo es esencial; no debe faltar en la dieta de los peques. Así, nos aseguraremos de que su crecimiento es el adecuado.

Fuente:

Fundación Española del Corazón: https://fundaciondelcorazon.com/nutricion/alimentos/794-frutas.html#:~:text=Caracter%C3%ADsticas%20nutricionales%20de%20las%20frutas&text=Proporcionan%20un%20importante%20aporte%20vitam%C3%ADnico,fibra%2C%20principalmente%20celulosa%20y%20pectinas.