¿Estás planificando ya las vacaciones de verano? ¿Tienes muchas ganas de playa, pero tu bebé todavía no ha cumplido ni un año y no sabes si será apropiado para él? Tranquila, podéis disfrutar de la playa, pero siguiendo una serie de consejos.
¿A qué edad puede ir un bebé a la playa por primera vez?
No se aconseja que los bebés estén expuestos directamente al sol antes de los 6 meses, por lo que muchos profesionales de pediatría aconsejan no llevar al bebé a la playa antes de esta edad. Otros, sin embargo, opinan que se puede ir con un bebé a la playa desde los 3 meses, aunque siempre cuidando que esté siempre a la sombra y que no coja mucho calor.
No obstante, es cierto que antes de los 10 u 11 meses el niño apenas disfrutará de la playa, pero no hay inconveniente en que lo lleves antes de esta edad siempre que sigas una serie de consejos para evitar posibles riesgos.
En cuanto al baño, puedes meterle en el agua del mar desde los 6 meses, aunque es posible que le resulte muy fría y no le guste. Lo más importante es no obligarle nunca. Ya tendrá tiempo de disfrutar del agua de la playa.
Consejos para ir a la playa con un bebé
- Evita el sol. Aunque ya haya cumplido 6 meses, el bebé debe pasar el menor tiempo posible bajo el sol. Para eso, debes llevar siempre contigo una buena sombrilla con tela especial para proteger de los rayos solares UVA y UVB. Otra buena opción para los bebés son las tiendas especiales para ellos en las que estarán protegidos del sol y la arena y más fresquitos.
- Dale crema solar. En menores de 6 meses no se aconseja echar crema de protección solar ya que puede causarle alergias e irritaciones y, como decíamos, debes evitar el sol directo. Pasado el medio año puedes echarle crema, siempre de protección alta, mínimo SPF50. Recuerda aplicar la crema 20 minutos antes de la exposición al sol, reaplicar cada 2 horas o tras el baño y no olvidar ninguna zona de la piel (orejas, pies, manos…). Nunca uses cremas caducadas o abiertas del año anterior.
- Protégele con ropa adecuada. Además de la crema, es conveniente que lleve un bañador o camiseta con factor de protección frente a los rayos UVA y UVB y que use gorro de ala ancha y gafas de sol. Si lleva ropa normal, debes tener en cuenta que el color de la tela, el contenido de fibra y el tipo de tejido pueden resguardar en más o menos medida de las radiaciones solares Por ejemplo, una camiseta blanca de algodón tiene un UPF (Factor de Protección Ultravioleta) entre 5 y 7, pero si se moja, su protección se reduce a 3. En cambio, una camiseta de color verde protege casi un 50% más que una blanca.
- Evita las horas de más sol. Para bajar con un bebé a la playa no debe hacerse a las 13 del mediodía. Lo mejor es ir a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, evitando la franja central de 12 a 17 horas, la más peligrosa. El mecanismo termorregulador de los bebés aún no funciona correctamente y son propensos a sufrir un golpe de calor.
- Cuidado con la deshidratación. Los niños tienen más cantidad de agua en su cuerpo que los adultos, por lo que se deshidratan más fácilmente. Si todavía le alimentas solo con leche materna o de fórmula, debes ofrecérsela más a menudo para calmar su sed. Si ya toma sólidos, debes ofrecerle agua muy a menudo y alimentos que le ayuden a hidratarse como frutas, sopas frías, etc.
- Cuidado con los juguetes del agua. Flotadores, manguitos, colchonetas, barquitos… elige aquellos que cumplan con las condiciones mínimas de seguridad y tengan el marcado CE de la Unión Europea y asegúrate de inflarlos correctamente y usarlos como indica el fabricante.
- Nunca le pierdas de vista. En cuanto empiezan a gatear, los niños son un peligro y pueden desaparecer de tu vista en cualquier momento, sobre todo en un sitio tan concurrido como la playa. Por eso, no debes quitarle la vista de encima ni un momento, menos aún en el agua.
- El agua, poco a poco. Como decíamos, el agua del mar puede resultarle fría y abrumadora. Si tiene más de 6 meses y quieres probar a bañarlo, hazlo siempre gradualmente, mojándole primero los pies, luego las manos…. Tenlo siempre en brazos o muy cerca y no le obligues a bañarse. Si llora, sácalo. Aunque le guste el mar, los baños no deben durar más de 10 o 15 minutos. Al salir, dale un baño con agua dulce para quitarle la sal de la piel y cámbiale para que no esté mojado. Si no le gusta el mar, una buena opción son las piscinas inflables que puedes llenar de agua para que se refresque de manera más segura.
- No te olvides de llevar todo lo necesario: comida, agua, ropa de cambio, gorra, juguetes, pañales, toallitas, crema solar, toalla…
Siguiendo estos consejos, podréis disfrutar de la playa este verano con vuestro peque.
Fuente:
Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.