Los adultos no son los únicos que en estos días de celebraciones pueden sufrir empachos, indigestiones y dolores estomacales a causa del abuso de dulces, turrones, mazapanes o refrescos. Por eso, es conveniente seguir una serie de consejos para evitar que tus hijos acaben sufriendo en estos días.

Los excesos de Navidad y sus consecuencias

La Navidad es una época de celebraciones, reuniones familiares, planes con los hijos… y casi todas estas actividades implican comer más y alimentos menos saludables, ya que recurrimos a los dulces, los refrescos, las grasas, la comida basura… Alimentos que a nuestro sistema digestivo le cuesta digerir más, sobre todo si lo llenamos. Y si tu hijo es un poco glotón, no será raro que alguno de estos días acabe con empacho, indigestión, acidez, náuseas, diarrea, dolor de estómago, gases o incluso vomitando.

Además, los excesos en Navidad también pueden causar un aumento de peso que, en niños con un peso normal no es preocupante ya que volverán a su peso habitual en cuanto vuelvan a las rutinas, pero en niños con sobrepeso u obesidad cada kilo de más es un problema para su salud.

Por eso, es conveniente que, en estos días, sigas una serie de consejos para evitar que los excesos estropeen estos días tan entrañables y divertidos.

Consejos para evitar la sobrealimentación infantil en las fiestas

  1. Planifica el menú. Piensa el menú con antelación para no comprar de más y ten en cuenta los comensales para que no sobre mucha comida. ¡Y nada de tirar las sobras! Con los restos pueden hacerse muchos platos y comidas como croquetas, sopa, canelones, etc.
  2. Comer con moderación. Se trata de disfrutar juntos y en familia, no de hacer un concurso de a ver quién come más. Por lo tanto, vigila y modera las cantidades de alimentos que ingieren tus hijos. No les llenes el plato y, a la hora de comer el turrón y los mazapanes, si quiere probar de todo dale trocitos pequeños y no le dejes repetir.
  3. Menú saludable. Existen muchos platos saludables y deliciosos que pueden ser la base de tu menú en estas celebraciones. Por ejemplo, los aperitivos no deben ser demasiado abundantes y combina verduras y legumbres (como crudités, hummus, babaganoush, guacamole con biscotes) con embutidos menos grasos como el lacón. Los primeros platos procura que sean ligeros y a base de ensaladas, caldos o mariscos cocidos. Para el segundo plato, siempre es mejor escoger carnes magras sobre carnes rojas y al horno para que tengan menos grasa. Y para el postre puedes preparar brochetas de frutas, macedonia casera, manzana al horno o hacer un bizcocho de turrón en lugar de recurrir siempre a los postres industriales.
  4. Para beber, agua. Lo mejor en estos días de muchos excesos es que tu hijo beba solo agua, olvídate de los zumos y los refrescos que aportan muchos azúcares y gas que solo llenan la tripa.
  5. Cena copiosa, comida ligera. Si la celebración es de noche, la comida del mediodía debe ser ligera y a base de verduras cocidas, crema de verduras, pescado a la plancha… Y al revés, si la celebración fue a mediodía y el niño no tiene mucha hambre, una pieza de fruta o un vaso de leche serán suficientes antes de irse a la cama.
  6. No le obligues a comer. Si se ha llenado con los aperitivos y el primer plato, no le obligues a comer el segundo ya que su estómago es más pequeño y es mejor que no se llene o pueden llegar las indigestiones y dolores.
  7. Menú saludable para contrarrestar. Los días que no haya actividades, planes o comidas especiales, procura que el menú sea sano y equilibrado y nada de dulces para contrarrestar los excesos del resto de los días. No dejes que, por ser Navidad, coma todos los días turrón de chocolate o polvorones.
  8. Comer despacio y tranquilos. Para favorecer la digestión, enseña a tu hijo a comer despacio, masticar bien y comer sentado y tranquilo. No hay que comer con prisas.
  9. Sed un buen ejemplo. Los niños imitan lo que hacen los adultos, así que debéis ser un ejemplo de moderación y control para que ellos también lo sean.
  10. No dejes a manos los dulces, no sea que los coja y los coma a escondidas y se ponga malo sin darte cuenta.
  11. Mucho movimiento. No decimos que después de una comilona navideña bajéis a hacer ejercicio, pero procura que estos días de vacaciones los niños no estén todo el tiempo metidos en casa viendo la televisión o jugando a los videojuegos. Salid al parque, a pasear, a hacer una excursión por la montaña… Lo importante es evitar el sedentarismo y hacer deporte en familia.
  12. Involucra a tu hijo. Hazle partícipe de todas las tareas para que se sienta parte de estas celebraciones. Puede ayudarte a pensar el menú, comprar, preparar la comida, poner y decorar la mesa… Y aprovecha estos momentos para hacerle ver la importancia de comer sano.

Fuentes:

“Recomendaciones de la AEP para disfrutar de una Navidad sana y segura”, https://www.aeped.es/noticias/recomendaciones-aep-disfrutar-una-navidad-sana-y-segura

“La Navidad es una oportunidad de enseñar a los niños a disfrutar comiendo en familia”, Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, https://sepeap.org/la-navidad-es-una-oportunidad-de-ensenar-a-los-ninos-a-disfrutar-como-comer-en-familia/

“¿Cómo promover la alimentación saludable esta Navidad?”, FAROS Sant Joan de Deu: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/como-promover-alimentacion-saludable-esta-navidad