El invierno es muy dañino para la piel de los bebés ya que es mucho más delicada y fina. Por eso, es aconsejable saber cómo cuidarla y protegerla en los meses de frío.

¿Cómo afecta el frío a la piel del bebé?

La piel de los bebés es mucho más delicada que la de un adulto y su capa externa es mucho más fina, por lo que se ve más expuesto al frío y la humedad propia del invierno.

Además, sus células están más separadas, por lo que no forman una barrera eficaz para proteger su piel de las agresiones externas. Su piel también es más clara ya que contiene menos melanina, lo que hace que sea más sensible a los rayos UV.

Por último, el manto hidrolipídico (formado por el sudor y el sebo del que carece casi por completo el recién nacido) que nos protege es también muy fino en los bebés y su lubricación es muy débil, por lo que su regulación térmica es endeble y se ve expuesto de una manera más intensa al frío.

Estos son algunos de los problemas más habituales que el frío puede causar a la piel de un bebé:

  • Piel seca: el frío puede deshidratar la piel y hacer que se seque y escame, provocando lo que se conoce como xerosis. Esto puede ser especialmente problemático en las áreas más sensibles, como las mejillas, la frente y los labios.
  • Irritación: el frío puede causar irritación en la piel de los bebés, especialmente en las áreas expuestas al viento o al frío extremo.
  • Eccema: algunos bebés son más propensos a desarrollar eccema en la piel durante los meses más fríos.
  • Infecciones: la piel seca e irritada es más propensa a infecciones, especialmente si se raspa o se rasguña, algo habitual en niños pequeños.

¿Cómo proteger la piel del bebé en invierno?

1- Mantener la piel húmeda: para evitar la sequedad, las irritaciones y las rojeces se debe mantener la piel bien humectada, por lo que debes aplicar todos los días a tu bebé una crema o ungüento hidratante apta para bebés. Evita que contenga fragancias, conservantes, alcohol o químicos. Las cremas de manteca de karité contienen propiedades nutritivas, protectoras y cicatrizantes.

2- Proteger los labios: muchas veces nos olvidamos de los labios, los cuales también sufren irritaciones, grietas y daño a causa del frío ya que están expuestos constantemente al clima. Además, los bebés babean mucho y esa humedad, junto con el frío, provoca rojez, inflamación, dolor, etc. Por eso, debes cuidarlos usando un bálsamo labial hipoalergénico, lanolina tópica o vaselina todos los días.

3- No abrigarles en exceso: en invierno solemos abrigar mucho a los niños por miedo a que cojan frío, por lo que los ponemos muchas capas de ropa, un abrigo gordo y el saco polar en el carrito. Eso puede hacer que tenga mucho calor y sude, lo que puede causar un sarpullido en la piel. Por eso, no debes abrigarle en exceso, es suficiente con ponerle una capa más de la que usas tú (normalmente, el bodi).

Además, debes usar prendas de tejidos naturales y transpirables como el algodón, evitando la lana o las telas sintéticas que pueden irritar la piel. Evita también las etiquetas grandes o las telas rugosas. Y lava la ropa con jabones neutros y sin usar suavizantes.

4- Baños cortos: el baño es un momento muy importante para mantener la salud de la piel. Hay que evitar los jabones que contengan productos químicos y usar un gel que respete su pH. Por otra parte, el baño debe ser corto, no más de 15 minutos, y nunca con agua demasiado caliente, es mejor el agua tibia (unos 36º C). No hace falta bañarlo todos los días, basta con 3 días a la semana. Y, tras el baño, nada mejor que un masaje con crema hidratante para evitar que la piel pierda su humedad.

5- Usar protector solar: el protector solar no es solo para el verano, hay que usarlo también en invierno y en los días nublados ya que los rayos UVA y UVB atraviesan las nubes y pueden causar daños a la piel como quemaduras solares. Es especialmente importante cuando se va de excursión a la montaña o a la nieve ya que esta refleja los rayos del sol sobre nuestra piel. Eso sí, no se recomienda el uso de protector solar en bebés menos de 6 meses. Por debajo de esta edad lo mejor es evitar la exposición directa al sol.

6- Mantener una temperatura adecuada: no es conveniente tener la casa demasiado caliente. Lo ideal es en torno a 20 o 21º C. Además, hay que cuidar la humedad y evitar las temperaturas extremas y los cambios bruscos de temperatura.

7- Paseos a cubierto: si hace mucho frío y viento, es aconsejable ponerle un protector que cubra el carrito para evitar que se dañe su piel. Otra opción es portearle, así va pegado a ti y evita estas agresiones.

Fuente:

Blume-Peytavi U, Hauser M, Stamatas GN, Pathirana D, Garcia Bartels N. Skin care practices for newborns and infants: review of the clinical evidence for best practices. Pediatr Dermatol. 2012 Jan-Feb;29(1):1-14. doi: 10.1111/j.1525-1470.2011.01594.x