Los bebés pueden volar en avión desde el primer día de vida, no obstante, los expertos en pediatría recomiendan esperar al menos dos semanas para viajes cortos y un mes para vuelos de más de 12 horas.
¿Desde qué edad puede viajar un bebé en avión?
No hay una edad mínima establecida para que un bebé viaje en avión y las compañías no te pondrán ningún impedimento si quieres volar con tu bebé recién nacido. Sin embargo, si no es necesario por algún motivo urgente, es mejor esperar un poco para que el bebé se adapte a su nuevo ambiente y vosotros os adaptéis a la paternidad.
Las primeras semanas son las más complicadas, el bebé mama cada muy poco tiempo y la madre está cansada y tiene que recuperarse del parto, por lo que es mejor esperar un poco.
Así, el consejo general es esperar al menos 15 días para vuelos más o menos cortos y un mes para vuelos de más de 12 horas.
Se aconseja esperar este tiempo porque es lo que tardan la mayoría de los bebés en eliminar el líquido amniótico que pueden tener en el oído medio después de 9 meses de embarazo en un medio acuático. Por lo tanto, si viaja antes de este tiempo es posible que sienta más dolor al aterrizar y despegar e incluso que sufra algún daño en el oído.
Y, si no es necesario, mejor esperar a que sea un poco mayor para viajar en avión y las rutinas, la lactancia y el sueño estén mejor establecidos.
No hace falta que se lo consultes a tu profesional de pediatría a no ser que tu bebé haya sido prematuro o tenga algún problema de salud. En ese caso, es mejor no volar si es muy pequeño sin antes consultárselo.
¿Cómo puede afectar un vuelo en avión a un bebé?
Los cambios de presión pueden causarle molestias, igual que a los adultos, pero como su trompa de Eustaquio es más estrecha, la incomodidad y el dolor pueden ser mayores. Para evitarlo, lo mejor es que le ofrezcas el chupete o el pecho tanto al aterrizar como al despegar para que, al succionar, no se produzca este cambio de presión ni la molestia asociada.
Asimismo, los bebés son más propensos a deshidratarse ya que su organismo contiene más porcentaje de agua. Para evitar este problema en el vuelo, conviene ofrecerle más a menudo el pecho o el biberón y, si ya toma otro tipo de alimentos, también agua.
¿Cojo asiento para él o no?
Hasta los dos años no es necesario comprar un billete para el bebé, puede volar gratis sentado contigo. No obstante, algunos profesionales de medicina recomiendan comprar un billete también para que el pequeño tenga su propio asiento y pueda viajar más cómodo y más seguro al poder colocar en su silla un asiento de seguridad.
Si al final decides no hacerlo por motivos económicos, recuerda sentarle contigo con un cinturón de seguridad especial que se añada al tuyo para que también le proteja a él.
Consejos para un buen vuelo con bebés
1- Prepara toda la documentación que necesites para volar con tu bebé. Según el destino puede ser suficiente con el Libro de Familia, aunque puede que también necesites hacerle el DNI, el pasaporte o incluso un visado.
2- Ve con antelación al aeropuerto para no tener que correr por los pasillos del mismo mientras suena la salida de vuestro vuelo.
3- Prepara una bolsa de mano para llevar contigo todo lo que necesites en el vuelo: pañales, leche o puré según la edad que tenga, agua si ya la bebe, chupete, toallitas, ropa de cambio, una mantita por si hace frío, juguetes, etc.
4- En la medida de lo posible, intenta respetar sus horarios de comida y sueño para evitar que se ponga muy nervioso e irritable en el vuelo.
5- Algunas compañías ofrecen servicios especiales para familias con bebés como embarque prioritario, servicio de cuna para que vaya más cómodo, asientos en la zona más espaciosa… Consulta a la aerolínea con la que vueles.
6- El carrito se puede llevar hasta la misma entrada del avión y luego los auxiliares de vuelo se encargarán de guardarlo hasta que lleguéis para tenerlo listo a la salida. Otra opción es viajar con el bebé en un fular o mochila, también muy cómodo y que además puede ir contigo.
¿Y si llora en el vuelo?
Uno de los grandes miedos de los papás al viajar con bebés es que se pongan nerviosos y no paren de llorar, “molestando” a los demás pasajeros. Para empezar, es normal que los bebés lloren, es su forma de comunicarse, por lo que no debes preocuparte ni ponerte nervioso. Si a los demás viajeros les molesta, que se pongan unos cascos.
Si te pones nervioso, el bebé se alterará más y será más difícil calmarle. Así que tranquilo y piensa solo en atender al bebé para que esté a gusto y no llore, pero por él, no por los demás. Comprueba que no tiene hambre, sed, calor, sueño, el pañal húmedo…
Si nada funciona, cógelo en brazos y mécelo mientras le cantas una nana. Si te dejan porque no hay riesgo ni turbulencias, puedes ponerte de pie y pasearlo, suele funcionar de maravilla.
Prueba también con el chupete, su peluche favorito, un juguete sonoro… lo que suela funcionar cuando no estás a 10.000 metros sobre el suelo.
Y, sobre todo, paciencia y tranquilidad. Se acabará calmando y seguro que no es el único que hace ruido en el avión.
Fuentes:
Healthy Children, blog de la AAP: https://www.healthychildren.org/Spanish/safety-prevention/on-the-go/Paginas/flying-with-baby.aspx