El llanto es la única forma que tiene tu bebé de comunicarse contigo. A través de este mecanismo, intenta decirte algo y pueden ser varias cosas, así que aquí tienes una lista para comprobar que todo está bajo control:

  • ¿Tiene hambre? A medida que fortalezcas el vínculo con tu bebé, podrás interpretar el motivo de su llanto y el hambre es uno de los más sencillos.
  • ¿Es hora de cambiarle el pañal? Hasta nosotros nos ponemos de mal humor cuando necesitamos ir al baño.
    A lo mejor solo quiere mimos. No vas a malacostumbrarlo si lo coges en brazos cuando llora, así que no te preocupes por malcriarlo consuélalo y disfruta de los mimos.
  • ¿Tiene frío o calor? Mira cómo anda de temperatura en el pecho o la nuca porque es muy probable que tenga las manos y los pies fríos incluso cuando tenga calor. Puede que tengas que quitarle una capa o ponerle otra.
  • ¿Llora más por la noche? Puede que esté cansado, así que asegúrate de que duerme lo suficiente durante el día.
  • ¿Está malito? Si no se encuentra bien, puede que llore menos y que el llanto suene diferente. Si se niega a comer y empieza a perder peso, llévalo al pediatra porque la pérdida de peso afectará a su salud.
  • ¿Llora después de las tomas? Puede que se le haya atravesado algún gasecillo, así que hazle eructar siempre durante las tomas o después. Si aún así no se calma, puede que tenga cólicos.
  • ¿Sabías que al nacer, los bebés no son capaces de producir lágrimas? Esto se debe a que cuando son recién nacidos, la función principal del conducto lagrimal es mantener el ojo hidratado. Empiezan a producir lágrimas cuando cumplen un par de meses. Es difícil ignorar el llanto de un bebé incluso si no es el tuyo. Cuidar a un bebé puede ser una tarea estresante, pero recuerda que el llanto es una parte normal de su desarrollo y que no es que se esté comportando mal al llorar. Traza un plan para cuando la situación se desborde y sientas que te supera. Si crees que puedes llegar a perder el control, deja a tu bebé en un lugar seguro y aléjate para respirar un poco.

Si tu bebé está en plena crisis de llanto, necesitará que lo tranquilices. Aquí tienes algunos consejos:

  • Usa un portabebés para cogerlo, acunarlo y tenerlo cerquita.
  • Cántale o ponle la radio o algún tipo de ruido blanco, como la aspiradora.
  • Llévalo a dar un paseo andando o en coche.
  • Ofrécele un chupete, ya que algunos bebés se calman solitos con él.
  • Dale un baño calentito o un masaje con aceite vegetal o de coco.
  • Déjaselo un rato a tu pareja, un familiar o incluso un amigo. Todo el mundo necesita un descanso de vez en cuando, así que no dudes en pedir ayuda.

Si el llanto de tu bebé está afectando a tu relación con ellos o incluso tu relación de pareja, busca ayuda, siempre habrá alguien ahí para ti.