La microbiota es el conjunto de microorganismos beneficiosos que habitan en nuestro cuerpo, favoreciendo nuestra salud. Por eso, es fundamental mantener una microbiota sana desde la infancia. ¿Quieres saber cómo?

¿Qué es la microbiota?

La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo ayudándonos a mantener el equilibrio y la salud general.

Al nacer, el bebé comparte microbiota con la madre, ya que los microorganismos que tiene provienen de ella, de su alimentación en la gestación y del parto. Después, esta microbiota se va enriqueciendo a lo largo de la infancia y la juventud y se estabiliza en la etapa adulta siempre que mantengamos unas mismas condiciones de salud.

Mucha gente piensa que la microbiota está compuesta solo por bacterias porque es el microorganismo más abundante, pero también lo forman arqueas, virus, hongos o protozoos.

Prácticamente todo nuestro cuerpo está repleto de estos microorganismos que forman la microbiota, aunque es el aparato digestivo, concretamente en el intestino, donde se encuentra la mayor parte, por eso se habla más a menudo de la microbiota o flora intestinal.

En torno a la tercera parte de la microbiota es común en la mayoría de la población, pero las otras dos terceras partes dependen de muchos factores como el embarazo, la alimentación, el estilo de vida, los fármacos que se ingieren, etc.

Por eso, podemos influir y mejorar la microbiota de nuestros hijos, lo cual ofrece diversos beneficios para su salud.

Beneficios de una microbiota equilibrada

Una microbiota sana y equilibrada ofrece muchos beneficios a nuestra salud:

  • Mejor digestión y absorción de nutrientes como vitaminas, minerales y ácidos grasos de cadena corta.
  • Protección frente a organismos que producen enfermedades.
  • Degradación de toxinas.
  • Estimulación del sistema inmune.
  • Mejor estado de ánimo y menos propensión a trastornos mentales como depresión o ansiedad.
  • Mantener el correcto funcionamiento de cada órgano y sistema del cuerpo humano, ya que todos contienen microbiota que ayuda a su función.

¿Qué factores influyen en la microbiota?

  • Como hemos visto, la microbiota de una persona depende de muchos factores, muchos de ellos modificables:
  • Alimentación de la madre durante el embarazo, incluidos prebióticos, así como posibles infecciones o trastornos que se padezcan en estos meses.
  • Tipo de parto: el parto vaginal proporciona más microorganismos que la cesárea.
  • Alimentación en la lactancia: la lactancia materna aporta más microorganismos y una microbiota más rica.
  • Alimentación desde los 6 meses: una dieta sana y variada enriquece la microbiota.
  • Ingesta de fármacos: padecer enfermedades recurrentes o ciertas enfermedades crónicas que obligan a la toma habitual de fármacos como los antibióticos pueden dañar la flora intestinal. Otros medicamentos (antiácidos, inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol) también pueden causar disbiosis o desequilibrio de la microbiota normal.

¿Cómo mejorar la microbiota de los niños?

  1. Siempre que sea posible, alimentar al lactante con leche materna exclusiva hasta los 6 meses. Si no se puede, buscar leches de fórmula ricas en probióticos y prebióticos.
  2. Dieta equilibrada y variada rica en frutas, verduras, cereales integrales… que aportan prebióticos naturales. La clave para tener una microbiota saludable es la diversidad. Cuanto más variada sea nuestra alimentación, más microorganismos tendremos y más funciones podrá realizar nuestra microbiota.
  3. Incluir en la dieta alimentos con probióticos o suplementos que contienen microorganismos vivos que ayudan a la diversidad y equilibrio de la microbiota. También son buenos los alimentos fermentados, que contienen bacterias saludables que pueden diversificar y mejorar la microbiota intestinal.
  4. Mantener una vida activa y realizar ejercicio físico con regularidad.
  5. Beber entre 6 y 8 vasos de agua al día.
  6. Mantener un peso saludable.
  7. Tomar antibióticos solo cuando sea necesario y los prescriba un profesional de medicina. Tras la ingesta de antibióticos, tomar alimentos o suplementos ricos en probióticos y prebióticos para recuperar el equilibrio más rápido.
  8. Incluir fibra en nuestra alimentación ya que la fibra promueve el crecimiento de la microbiota comensal, que favorece la homeostasis intestinal.
  9. Aumenta la ingesta de grasas insaturadas que promueven las especies beneficiosas como lactobacillus y bifidobacterias. Estas grasas se encuentran en el aceite de oliva, los pescados azules, el aguacate, etc.
  10. Evitar un alto consumo de carnes rojas, grasas saturadas, alimentos ultraprocesados.
  11. Evitar el estrés y la ansiedad en los niños.
  12. Procura que tu hijo duerma bien y las horas necesarias según su edad.

Fuentes:

Zhuang L, Chen H, Zhang S, et al. Intestinal microbiota in early life and its implication on childhodd health. Genomics Proteomics Bioinformatics. 2019 Feb; 17(1): 13–25.

Sanders ME, Merenstein DJ, Reid G, et al. Probiotics and prebiotics in intestinal health and disease: from biology to the clinic. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2019; 16, 605-16.