El biberón es muy útil para los primeros meses de vida, cuando el bebé no puede tragar líquido sin succionar. Sin embargo, no se debe alargar su uso ya que puede ser perjudicial para el desarrollo de la boca del peque. Descubre cuándo y cómo dejar el biberón.

¿A qué edad se debe dejar el biberón?

Los expertos en pediatría aconsejan dejar el biberón como tarde a los 18 meses, aunque lo mejor es ir haciendo la transición desde los 6 meses, cuando pueden empezar a beber el agua en un vaso de aprendizaje.

En cuanto empiecen a beber leche de vaca o de crecimiento con 12 meses es más cómodo ofrecérsela en taza, dejando por completo el uso del biberón.

Nunca se debe extender el uso del biberón más allá de los 2 años ya que puede causar diversos problemas al desarrollo del bebé. Una vez que el niño sabe beber en vaso, se debe retirar del todo, por muy cómodo que resulte o mucho apego que le tenga el bebé.

¿Por qué es malo el uso prolongado del biberón?

1- Puede causar sobrepeso

Según un estudio de pediatría (1), el aumento de peso del lactante podría estar asociado no solo con el tipo de leche consumida sino también con el modo de administración de la leche. Independientemente del tipo de leche en el biberón, la alimentación con biberón puede ser distinta de la alimentación al pecho en su efecto sobre el aumento de peso de los bebés. Y es que los bebés alimentados con biberón suelen estar sobre alimentados ya que los padres fuerzan al niño para que se acabe el biberón.

Una de las hipótesis sobre el aumento de la obesidad infantil muestra la mala autorregulación de la ingesta de energía entre los lactantes alimentados con fórmula. En contraste con los lactantes alimentados al pecho que pueden necesitar mamar activamente, los bebés alimentados con biberón tienen más probabilidades de ser pasivos en el proceso de alimentación y el control de los cuidadores podría socavar la capacidad de autorregulación de los bebés para equilibrar la ingesta de energía con las señales internas de hambre y saciedad. Es decir, los padres regulan la ingesta en lugar de hacerlo el niño, lo que puede hacer que coman más de lo que realmente necesitan.

Otro estudio realizado en EEUU observó que los niños que tomaban biberón de forma prolongada tenían más riesgo de obesidad pasados los 5 años. Este estudio reveló que cada mes de uso del biberón se asociaba con un incremento del 3% de riesgo de tener mayor peso. Evitar este comportamiento puede ayudar a prevenir la obesidad en la primera infancia (2).

2- Disminuye la percepción de saciedad

Los bebés que utilizan biberón durante mucho tiempo tienen más probabilidades de detectar peor su saciedad al crecer, lo que está relacionado con una mayor ingesta de comida y, por lo tanto, de obesidad (3).

Además, una vez que el bebé ya come de todo, no hace falta complementar la alimentación con más tomas de biberón y la leche debe ser un alimento más que no se consuma en cantidad superior a 500 ml, por lo que muchos bebés toman biberón más por costumbre que por hambre, lo que hace que no perciban bien las señales de saciedad y apetito del organismo.

3- Aumenta el riesgo de problemas dentales y respiratorios

Las tomas nocturnas de biberón se asocian con el riesgo de caries del lactante, especialmente si el bebé se queda dormido con el biberón en la boca o lo usa a menudo como chupete mordisqueando la tetina. Además, el uso prolongado pasados los 18 meses aumenta el riesgo de problemas de maloclusión como mordida abierta o mordida cruzada.

Por otra parte, varios estudios han relacionado las tomas nocturnas de biberón con síntomas respiratorios crónicos como asma y pitos respiratorios (4).

4- Puede causar anemia y malnutrición

Si le bebé sigue tomando biberón a todas horas, no querrá consumir otros alimentos esenciales desde los 6 meses, lo que puede causar déficit de otros nutrientes necesarios como el hierro, esto a su vez puede causar anemia.

5- Puede dificultar el habla

El estar todo el rato con el biberón en la boca puede dificultar el desarrollo del lenguaje y del habla, sobre todo de ciertos fonemas. La malposición de dientes y lengua debido al uso prolongado del biberón necesita de la intervención de un logopeda y, generalmente, conseguirlo es un proceso lento.

¿Cómo conseguir que el bebé deje el biberón?

Para algunos niños es muy sencillo dejar de usar el biberón y están encantados con el paso al vaso o la taza. Sin embargo, otros están más apegados a él y les cuesta más beber del vaso, por lo que se resisten a dejar de usar el biberón. En estos casos, puedes seguir estos consejos:

  • Explícale que ya es mayor y tiene que beber en taza como mamá y papá.
  • Las primeras veces es mejor que beba en un vaso o taza de aprendizaje con tapa y boquilla, así como un asa especial, para que sea más sencillo para él beber, tragar y agarrarlo.
  • No le eches mucho líquido, ya que es más fácil que se le caiga y se ponga nervioso. Es más sencillo beber si hay menos cantidad.
  • Si le cuesta, ve eliminando las tomas gradualmente. Puedes empezar con la de la merienda, por ejemplo, e ir quitando una semana esa, a la siguiente el desayuno, etc.
  • Si el biberón le ayudaba a relajarse y calmarse por la noche, sustitúyelo por un peluche u objeto de transición como una mantita que le dé consuelo. No le ofrezcas más el chupete, ya que también debe dejarlo hacia los 18 meses.
  • Ofrécele el biberón con las bebidas menos atractivas como el agua y deja el vaso para la leche o los zumos.
  • Ten paciencia y elogia cada vez que use el vaso o la taza en lugar del biberón.

Fuentes.

(1) Ruowei Li, Joselito Magadia, Sara B. Fein et al. Risk of Bottle-feeding for Rapid Weight Gain During the First Year of Life. JAMA Pediatrics. Arch Pediatr Adolesc Med. 2012;166(5):431-436. doi:10.1001/archpediatrics.2011.1665. https://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/fullarticle/1151630

(2) Gooze RA, Anderson SE, Whitaker RC. Prolonged bottle use and obesity at 5.5 years of age in US children. J Pediatr. 2011 Sep;159(3):431-6. doi: 10.1016/j.jpeds.2011.02.037. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21543085/

(3) Disantis KI, Collins BN, Fisher JO, Davey A. Do infants fed directly from the breast have improved appetite regulation and slower growth during early childhood compared with infants fed from a bottle? Int J Behav Nutr Phys Act. 2011 Aug 17;8:89. doi: 10.1186/1479-5868-8-89. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3170240/

(4) Kim HY, Han Y, Pyun Y, Kim J, Ahn K, Lee SI. Prolonged bedtime bottle feeding and respiratory symptoms in infants. Asia Pac Allergy. 2011 Apr;1(1):30-5. doi: 10.5415/apallergy.2011.1.1.30. Epub 2011 Apr 26. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22053294/