Con la llegada del bebé, nuestras vidas se transforman por completo desde el minuto uno, desde el posparto. Todo aquello que conocíamos cambia, pero nunca un cambio nos sentará mejor. La alegría que un bebé trae a nuestras vidas no se compara con nada.
Cuando un bebé nace en verano, tenemos que “renunciar” a éste; al menos, de la forma en que siempre lo hemos conocido. Sin embargo, esto no tiene que ser ningún problema. ¡Todo lo contrario! En verano, el buen tiempo nos sienta bien y, además, los horarios nos permitirán disfrutar más y mejor del peque.
Hoy, os contamos todo lo que necesitáis saber sobre el posparto en la época estival. El proceso es similar el resto del año, pero con el calor acechándonos constantemente, hay una serie de condiciones que debemos tener en cuenta.
Lactancia materna
Si vas a amamantar a tu bebé, la hidratación es muy importante. Por lo general, las mujeres sudan al dar el pecho, mucho más en verano. Por ello, es aconsejable que, durante cada toma, tengas cerca de ti un vaso o botella de agua. ¡Pero no te preocupes si ves que sudas mucho! Es lo más normal del mundo.
La lactancia nunca debe impedirte que salgas de casa durante el verano. Con el buen tiempo, es normal que te apetezca dar paseos, ¡y debes hacerlo! No debe darte vergüenza darle el pecho en espacios públicos, pero si no te atreves, puedes prepararlo todo en casa con ayuda de un sacaleches manual y darle el biberón luego. ¡Puedes aprovechar y llevar los biberones en un bonito portabiberones térmico!
Alimentación
Tras el parto, necesitaremos mucha energía. Por este motivo, debemos tener una dieta equilibrada. Además, tenemos que consumir mucho líquido para, así, no deshidratarnos. Eso sí, ¡evitad las bebidas azucaradas!
Las frutas y las verduras son especialmente buenas. Si comes frutas de temporada, como el melón o las ciruelas, no sólo te refrescarás, sino que, además, recibirás muchos nutrientes, como las vitaminas A, B y C. Y, además, tienen un alto contenido en agua, por lo que estarás hidratando tu cuerpo de forma continua. Las verduras, por su lado, las puedes consumir en forma de crema de calabacín o gazpacho andaluz. ¡Así aprovechas para refrescarte!
Asimismo, es importante que consumas alimentos ricos en hierro y calcio. De esta manera, se reducirán las posibilidades de sufrir anemia y, además, te notarás menos cansada. Con respecto a este último apunte, es importante que evites las bebidas energéticas o el café, ya que afectarán al bebé durante la lactancia.
Descanso
Ser madre no es un trabajo fácil. Tras la llegada del bebé, nuestros horarios se modifican y, con el verano, nuestro cansancio se multiplica. Al agotamiento propio del parto debemos añadirle el del calor. Por ello, debemos tener descansar todo cuanto sea posible. Podemos encontrar dos formas:
- Querremos estar al lado del peque el mayor tiempo del mundo, ¡pero no somos robots! Tenemos que recuperar fuerzas para poder con todo. Por ello, es importante que nos apoyemos en nuestro entorno, especialmente en el papi. Estará igual de encantado que tú con cuidar al nuevo miembro de la familia. Y, además, de esta forma, comenzará a crear un vínculo emocional con el bebé.
- Cada vez que el bebé esté descansando –recordemos que duermen la mayor parte del día-, debemos aprovechar para descansar nosotras también. No importa si son pequeñas siestas. ¡Verás cómo tu cuerpo lo agradece!
Higiene
Es posible que, durante los 40 días después d la llegada del bebé, experimentes sofocos o sudoraciones inhabituales. La causa de estos son los cambios hormonales que se producen tras el parto o los cambios de temperatura derivados de la lactancia. Estos episodios, unidos al calor, precisan que nuestra higiene sea todavía más cuidada, por lo que debemos ducharnos varias veces al día. Los baños deben esperar hasta que hayamos pasado la cuarentena, pues hay riesgo de que cojamos alguna infección.
De igual forma, debemos evitar los baños en sitios como la piscina o el mar. La razón es que el cuello uterino no se ha cerrado del todo, por lo que puede infectarse si llega a entrar agua.
Paseos
Con el buen tiempo, te apetecerá salir a dar paseos con tu bebé. Te animará y, además, el bebé interactuará con su entorno, fomentando así su desarrollo. Sin embargo, es importante que lo hagas a primera y última hora del día, cuando hace menos calor.
El bebé debe ir siempre con ropa cómoda y fresca, zapatos transpirables y un gorrito o gorra. Las mamis deben tienen que utilizar protección solar (aplicada media hora antes de salir) y salir con un sombrero o gorra.
Otros consejos para sobrellevar el calor
A continuación, os dejamos algunos consejos básicos que podemos tener en cuenta para hacer frente al calor:
- Utiliza ropa de algodón o lino, pues estas fibras transpiran mejor, por lo que no sentirás tanto calor. Asimismo, es importante que la ropa sea cómoda.
- Ventila tu casa todo lo que sea posible. Para que el calor no entre todo el tiempo, es recomendable que bajes las persianas y cierres las ventanas.