Los cuentos deben formar parte de la vida de todos los niños ya que ayudan a mejorar sus capacidades intelectuales, además de fomentar en ellos valores esenciales. Antes de dormir, no te olvides de leerle un cuento a tu peque.
Beneficios de los cuentos para los niños
– Estimulan la imaginación y la creatividad.
– Mejoran la empatía y el sentido del bien y del mal.
– Ayudan a combatir los miedos.
– Mejoran el lenguaje, el vocabulario y la comunicación.
– Fortalecen la memoria.
– Amplían las capacidades de percepción y comprensión.
– Potencian el vínculo padre-hijos.
– Fomentan el amor por la lectura y el hábito lector.
– Amplían el conocimiento y la comprensión del mundo que los rodea.
– Ayudan a calmar y relajar al niño para dormir mejor.
– Ayudan al desarrollo de la vista y el oído.
– Incrementan la inteligencia ayudando a que la mente trabaje más rápido.
– Mejoran el aprendizaje escolar.
– Desarrollan la atención.
– Incrementan la curiosidad.
– Ayudan a expresar emociones y sentimientos.
– Enseñan valores esenciales amistad, solidaridad, fortaleza, bondad, honestidad, etc.
Además, leer a nuestros hijos no solo es bueno para ellos, también nos ayuda a los padres a tener más empatía, más paciencia y ser menos severos.
¿Cómo contar un cuento a un niño?
Una cosa es saber leer y otra muy diferente saber narrar un cuento a un niño. Para captar su interés y que el niño se lo pase bomba escuchando tus cuentos, debes prestar atención a estos consejos:
- Es mejor narrar el libro que leerlo. Al narrarlo, el niño está más atento e interesado.
- Métete en el cuento y adopta voces diferentes para cada personaje, cambia el tono, el ritmo, haz gestos… es decir, teatraliza el cuento. Olvida la vergüenza y deja salir al niño que hay dentro de ti.
- Hazle preguntas para mantener su atención y que también participe. Puedes preguntarle qué cree que va a pasar o repetir contigo algún sonido.
- Elige un momento adecuado en el que el niño esté tranquilo, no haya prisa por hacer otra cosa… Un momento ideal siempre es antes de acostarse.
- Empieza por historias más cortas y sencillas, siempre adaptadas a la edad y madurez de tu hijo.
- Lee despacio, nada de acelerarse porque hay prisa. Ir despacio permite al niño enterarse bien y asimilar lo que está leyendo. Así, además, se mantiene un ambiente de intriga que nos ayuda a introducirnos en la historia.
- Involucra a tu hijo en la historia. Comparte la reacción con él cuando pase algo inesperado, presta atención a sus gestos, enséñale los dibujos, etc.
¿Cómo fomentar la lectura en los niños?
– Cuéntale historias desde el embarazo. Desde la semana 24 puede escuchar sonidos externos, por lo que es un buen momento para empezar a contarle cuentos. No entenderá lo que le dices, pero le gustará escuchar tu voz y la cadencia al narrar.
– Una vez nacido, es conveniente leerle a menudo, sobre todo cuando empiece a entender mejor el lenguaje.
– Los libros de tela son muy apropiados para bebés desde los 8 meses. Pueden jugar con ellos, abrirlos, tocarlos, ver las imágenes…
– Elige libros adaptados a su edad y a sus gustos. Si ves que un libro o un tema no le interesan, no sigas con él y cambia a otro. Hay que intentar motivarlos.
– Prepara en casa un rincón de la lectura en el que haya libros, una silla pequeña para que se siente en ella a leer sus libros, etc.
– Sé un buen ejemplo y lee a menudo delante de él. Libros, periódicos, revistas… lo que sea.
– Llévale a actividades culturales relacionadas con los cuentos como los cuentacuentos, el teatro, etc. También puede participar en talleres de lectura, escritura…
– Sácale el carné de la biblioteca para que pueda ir contigo a elegir qué libros quiere leer de entre los cientos de libros que ofrece la biblioteca.
– En todos los cumpleaños, Navidades o premios, un libro es una estupenda elección como regalo.
– Una vez aprenda a leer, es conveniente que lea en voz alta, esta práctica crea imágenes más sólidas.
– Evita que pase horas sentado delante de la televisión. Es mejor que salga a la calle a jugar, invente una historia con sus juguetes o lea un libro contigo.
– Elogia y refuerza su amor por la lectura. Por ejemplo, cuando llegue a 10 de libros leídos, recompénsale con un helado y hazlo de nuevo a llegar a 30 libros, etc.
– Muestra interés por lo que lee y pregúntale qué le ha gustado más, qué libros quiere leer a continuación, etc.
– Lleva algún libro para leer para aprovechar los tiempos de espera, como en la consulta del médico.
– Anímale a leer a sus hermanos o primos pequeños.
Fuente:
“Early Shared Reading Is Associated with Less Harsh Parenting”, Jimenez, Manuel E. MD; Mendelsohn, Alan L. MD; Lin, Yong PhD; Shelton, Patricia; Reichman, Nancy PhD. Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics: September 2019 – Volume 40 – Issue 7 – p 530–537. doi: 10.1097/DBP.0000000000000687
Alan L. Mendelsohn, Perri Klass. Early Language Exposure and Middle School Language and IQ: Implications for Primary Prevention. Pediatrics (2018) 142 (4): e20182234. https://doi.org/10.1542/peds.2018-2234