La alergia al polen es una de las alergias más habituales en España y, aunque no suele ser grave, sí es muy molesta, por lo que es conveniente saber cómo tratarla y prevenirla para que tu hijo no acabe aborreciendo la primavera.

¿Qué es la alergia al polen?

El polen es un polvillo muy fino que desprenden las plantas en la época de polinización (reproducción) y que puede trasladarse hasta kilómetros por el viento. En España hay más de diez tipos que pueden provocar alergia. Los más importantes son los pólenes de gramíneas, olivo, arizónica, plátano, salsola y parietaria. La importancia de cada uno de ellos depende del área geográfica en el que se viva.

Las personas que no padecen alergia a esta sustancia no tienen problema al entrar en contacto con ello, pero en los alérgicos al polen, su sistema inmunitario la reconoce como peligrosa y desencadena una serie de procesos para protegerse de ella que da lugar a la reacción alérgica. En concreto, las personas alérgicas producen anticuerpos de la clase IgE (inmunoglobulina E) frente a las sustancias ambientales que actúan como alérgenos, liberando histamina.

Síntomas de la alergia al polen

  • picor de ojos
  • enrojecimiento y lagrimeo ocular
  • prurito nasal
  • moqueo claro y goteo nasal
  • taponamiento nasal
  • estornudos repetidos
  • picor de garganta

En los casos más graves, se puede producir inflamación de los bronquios que dé lugar a una crisis de broncoespasmo similar a un ataque de asma.

A veces se confunden estos síntomas con los del resfriado común, pero en los resfriados no se produce conjuntivitis, puede haber fiebre y la tos suele acompañarse de expectoración. En cambio, en la polinosis casi siempre hay conjuntivitis, no hay fiebre y la tos es seca. A veces se escuchan sibilancias y se produce dificultad para respirar. Además, los síntomas aumentan al estar al aire libre y disminuyen en casa, fuera del contacto con el polen.

¿Cómo saber si mi hijo tiene alergia al polen?

Si tu hijo presenta los síntomas antes descritos, debes llevarle al profesional de pediatría quien le derivará al alergólogo para hacerle las pruebas de la alergia que confirmen que tiene alergia y a qué sustancias (es normal tener alergia a más de una).

La prueba habitual para detectar las alergias es la prueba cutánea o prick test. Esta prueba consiste en colocar en la cara anterior del brazo una pequeña gota del extracto del alérgeno que se quiere comprobar (polen, hongo, ácaro, epitelio de animal, etc.) y, con una lanceta, se hace una pequeña punción en la zona de contacto con piel para ver si hay reacción.

Si además el niño presenta síntomas respiratorios se pueden realizar también pruebas de función pulmonar (espirometria forzada).

Además, puede ayudar al diagnóstico hacer el “Calendario de síntomas y consumo de medicación”, que consiste en realizar un registro pormenorizado de los síntomas, las fechas en las que se producen, la medicación que se emplea para su control y su duración. Esto puede ayudar a los profesionales de medicina a diferenciar los posibles desencadenantes ya que algunas alergias pueden aparecer todo el año.

Tratamientos para la alergia al polen

El tratamiento depende de los síntomas y gravedad de los mismos. Lo habitual es recetar antihistamínicos por vía oral y/o tópicos oculares así como corticoides nasales. Si tiene síntomas respiratorios, pueden ser necesarios broncodilatadores y corticoides inhalados.

Cuando no hay suficiente control de los síntomas, a pesar de la medicación, se puede recurrir a las vacunas de la alergia o inmunoterapia.

La vacuna del polen es un tratamiento eficaz para tratar los síntomas y evitar que las personas con rinitis alérgica desarrollen asma. Sin embargo, no todos los niños son candidatos a este tipo de tratamiento. Será el alergólogo el que indique si es conveniente para tu hijo o no.

El tratamiento con vacunas se puede iniciar a cualquier edad, pero habitualmente se prescribe a partir de los 5 años.

Cuando la vacuna es eficaz, los síntomas se van haciendo menos frecuentes, menos intensos y menos duraderos. También disminuye la necesidad de medicación de rescate y de medicación preventiva. Entre los 6-12 meses ya se empiezan a notar sus efectos y llegan a su máximo a los 2-3 años.

Consejos para evitar los pólenes

Además del tratamiento para los síntomas de la alergia, es conveniente que sigáis una serie de consejos para reducir la exposición del niño al polen, la mejor forma de evitar los síntomas:

  • Pregunta a qué pólenes tiene alergia tu hijo para evitar aquellas zonas en las que haya ese tipo de vegetación en la época de floración. Asimismo, no todas las plantas florecen en la misma época, por lo que debes saber la época de polinización de las plantas a las que tiene alergia para tener más cuidado en esos meses. Por ejemplo, en Madrid es muy frecuente la alergia múltiple a cupresáceas (familia de coníferas) y gramíneas (familia de plantas que incluyen los cereales), lo que hace que los síntomas aparezcan de enero a julio.
  • Infórmate sobre el nivel de polen que hay en tu ciudad. Todos los ayuntamientos tienen webs y aplicaciones que informan sobre niveles de polen cada día. También lo puedes consultar en la web del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
  • Ventila la casa durante media hora a primera hora del día y luego, cierra las ventanas, especialmente por la noche, ya que es cuando el polen se deposita.
  • Al viajar en coche, lleva siempre las ventanillas cerradas y limpia a menudos los filtros anti-polen del automóvil.
  • Usad gafas de sol al salir al exterior.
  • Evita estar al aire libre en las horas centrales del día, sobre todo en los días de viento, secos y soleados, ya que hay más polen ambiental.
  • No seques la ropa al aire libre, ya que las partículas de polen pueden quedarse impregnadas en la misma.
  • Antes de acostarlo, pulveriza la habitación con agua para que el polen que pueda haber entrado se deposite y no cause síntomas.
  • No fumes en espacios cerrados donde esté el niño ni permitas que otros lo hagan.

Fuentes:

Blog EnFamilia de la AEP: “Alergia al polen”, https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/alergia-al-polen

SEICAP: https://www.seicap.es/es/las-vacunas-son-el-%C3%BAnico-tratamiento-que-puede-curar-la-alergia-al-polen-en-ni%C3%B1os_81841