La primavera es una de las mejores épocas para disfrutar de las actividades al aire libre ya que los días son más largos, el tiempo es cálido, pero sin calor excesivo, y la naturaleza brilla en su esplendor en esta estación tan hermosa. Para que disfrutes con tu hijo de la primavera, te mostramos algunos juegos que puedes realizar al aire libre.

Beneficios de jugar al aire libre

El juego es muy beneficioso para los niños y esencial para su desarrollo físico, emocional y social. Y es tan importante que los niños aprendan a jugar solos, como con otros niños y con sus padres.

El juego en familia permite fortalecer vínculos y establecer una relación de comunicación y confianza.

Además, jugar al aire libre y estar en contacto con la naturaleza aporta muchos beneficios a los niños:

  • controlar el peso y evitar el sedentarismo
  • pasar menos tiempo delante de las pantallas
  • fomentar la imaginación y la creatividad
  • potenciar la independencia, autodescubrimiento y autonomía
  • sintetizar vitamina D
  • enseñar al niño a cuidar y respetar el medio ambiente y la naturaleza
  • ayudar al niño a conocer nuevas personas y mejorar sus habilidades sociales

Por eso, debemos procurar pasar el mayor tiempo posible con nuestros hijos al aire libre. Sin embargo, salir a pasear es algo que suele aburrir a los niños, por lo que es buena idea llevar consigo unas cuantas ideas de juegos para hacer al aire libre.

Juegos para realizar al aire libre en primavera

  • Recolectar y prensar flores y hojas. El juego consiste en ir recogiendo hojas y flores que os llamen la atención. Solo recogerlas del suelo, nunca las arranquéis. Luego, ya en casa, podéis clasificarlas, buscar su especie y aprender cosas sobre aquellas que os llamen más la atención. Y luego, prensarlas en un libro y dejarlas secar unas semanas para hacer con ellas un álbum, manualidades, decoraciones…
  • Identificar insectos. Mosquitos, hormigas, escarabajos, mariquitas… si os vais fijando, seguro que encontráis gran cantidad de insectos diferentes a tu alrededor. Enseña a tu hijo cómo se llama cada uno y su importancia para preservar el equilibrio de la naturaleza. Después, puedes irle preguntando el nombre de los que ya conozca y darle algún premio si acierta.
  • Exploradores. No hay nada más divertido para los niños que convertirse en auténticos exploradores de la naturaleza. Podéis llevar con vosotros una lupa y unos prismáticos, incluso un mapa de la zona, e ir buscando huellas, señales de animales, piedras especiales… También podéis intentar adivinar cómo vivían los hombres en esa zona hace miles de años.
  • Cuentos e historias. Mientras camináis y paseáis entre árboles, por montañas, prados o junto a un río o un lago, puedes contarle algún cuento relacionado con la naturaleza. Puedes aprovechar para inculcarle la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.
  • Volar cometas. Busca una zona elevada o una extensión en la que haya más viento y aprovechar para volar una cometa. Incluso podéis hacer vosotros mismos la cometa y luego salir a volarla. A los niños les encanta ver cómo vuela su cometa y cómo la mueven por el cielo.
  • Juegos con pelotas. Con cualquier tipo de pelota se pueden hacer muchos juegos diferentes. El balón prisionero, Sangre o Pies Quietos, la Pelota voladora, carreras en parejas, deportes de equipo, Siete Vidas, Caza la pelota, etc. Solo hace falta adaptar el juego y las reglas a la edad y las capacidades de los niños.
  • Carreras. Se pueden hacer carreras de relevos, de longitud, por equipos, carreras locas de animales (imitando cada niño a un animal diferente y su forma de andar), carreras de sacos, de carretillas… ¡Hay mil posibilidades!
  • El pañuelo. Este juego clásico nunca pasa de moda. Consiste en hacer dos equipos de 3 o 4 jugadores como mínimo, máximo el que se quiera, y un árbitro que será el encargado de sujetar el pañuelo y decir el número. Las personas que tengan ese número deben salir corriendo y coger el pañuelo antes de que el jugador del otro equipo les alcance.
  • Escondite. Otro clásico juego que encanta a los niños. Eso sí, debe hacerse en una zona acotada y fácil de vigilar para que los niños no puedan perderse o irse muy lejos. Si no es posible, puede jugarse a su variante del escondite inglés.
  • Búsqueda del tesoro. Podéis esconder uno o varios “tesoros”, hacer un mapa de dónde los habéis ocultado y dárselos a los niños para que encuentren los diversos objetos escondidos. El que más encuentre, gana.
  • Una variante más moderna es la gincana GPS o geocaching. El geocaching es una actividad que consiste en esconder un objeto o “tesoro” en un lugar y apuntar las coordenadas geográficas para que otras personas puedan empezar la búsqueda. Para jugar solo tienes que descargarte la aplicación en tu móvil.
  • Otros juegos tradicionales. Otros juegos en los que se interacciona con otros niños que gustan a todas las edades son el pilla-pilla, saltar a la cuerda, las canicas, la petanca, los bolos, la gallinita ciega, el limbo…
  • Hacer un circuito con obstáculos. En primer lugar, diseña el circuito para que sea adecuado para la edad de los niños que van a jugar. Por ejemplo, un tramo saltar a la pata coja, otro de puntillas, trepar a algún sitio…
  • Dibujar al aire libre. Podéis llevaros papel, lápices, tizas, lienzos o pinturas de cualquier tipo y dibujar el paisaje que estás contemplando.

Fuente:

Fodor, Elizabeth; Morán, Montserrat (2009), Todo un mundo de sonrisas, Madrid, Ed. Pirámide.