La piel de los bebés es mucho más fina y delicada que las de los adultos, por eso debemos evitar la exposición directa al sol antes de los 3 años y adoptar una serie de consejos para evitar quemaduras y otros daños a su piel. Descubre cómo proteger su piel del sol este verano. 

¿Por qué la piel de los bebés es más delicada? 

La piel de un bebé es más delicada y sensible en comparación con la piel de un adulto por varias razones. En primer lugar, es mucho más delgada. La epidermis, la capa externa de la piel, es más fina en los bebés, lo que la hace más vulnerable a daños e irritaciones. 

Además, la barrera cutánea de los bebés, encargada de mantener la hidratación y proteger la piel de los irritantes externos, aún no está completamente desarrollada. Esto significa que la piel del bebé puede ser más propensa a la pérdida de humedad y a la penetración de sustancias irritantes. 

Por otra parte, su pH es más alcalino en comparación con el de los adultos. Este pH más elevado puede hacer que la piel del bebé sea más sensible y susceptible a la irritación. 

La piel de los bebés tiene una mayor permeabilidad, lo que significa que las sustancias pueden penetrar más fácilmente a través de ella. Esto incluye sustancias irritantes y productos químicos presentes en detergentes, lociones, jabones, etc. 

Los bebés pueden ser más sensibles al calor y sudar menos eficientemente que los adultos. Esto puede llevar a una mayor propensión a la irritación y a la aparición de sarpullidos o erupciones cutáneas, muy habituales en los meses de verano porque los bebés no son capaces de regular bien el calor.  

Debido a la delicadeza de la piel del bebé, es importante tomar precauciones adicionales al cuidarla, especialmente con el sol.  

Además, la piel tiene su propia memoria, lo que significa que cada quemadura o efecto negativo del sol en la piel se acumula, especialmente durante los primeros 18 años de vida, por lo que es cuando más cuidado debemos tener con la piel de nuestros hijos.  

10 consejos para proteger la piel de tu bebé del sol 

  1. Evita la exposición al sol en menores de 6 meses y tampoco le eches crema solar, no es bueno antes de esta edad. 
  2. En bebés de más de 6 meses, evita la exposición solar en las horas centrales del día, de 11 a 16 horas. Procura ir a la playa o a la piscina antes o después de esas horas. No solo es peligroso el sol, sino también el calor, que puede causar en los bebés deshidratación o un golpe de calor. 
  3. 3. Usa una crema de protector solar especial para bebés con factor de protección 50 y que proteja de los rayos solares UVA y UVB. No reutilices las cremas del año pasado, pierden protección. 
  4. 4. Aplica la crema solar siempre, también en los días nublados o en invierno. Debes aplicársela unos 30 minutos antes de la exposición al sol y reaplicar cada 2 horas o después del baño, aunque ponga que son resistentes al agua. Asegúrate de cubrir todas las áreas expuestas de la piel, como la cara, los brazos y las piernas.
  5. 5. Protege al bebé del sol también con ropa con factor de protección solar, sombrero de ala ancha y gafas de sol. Los mejores tejidos son el algodón y el lino, que absorben bien el sudor.
  6. 6. Los filtros físicos son mejores que los químicos para los bebés pequeñitos ya que estos pueden irritar su piel o causarles alergias. Opta por un protector solar con ingredientes minerales como dióxido de titanio u óxido de zinc. Estos bloqueadores físicos son más suaves para la piel sensible de los bebés y proporcionan una protección eficaz contra los rayos UVA y UVB.
  7. Ofrece al bebé a menudo leche materna o de fórmula si tiene menos de 6 meses y agua y leche si tiene más de esta edad para evitar la deshidratación
  8. Siempre que sea posible, busca áreas con sombra, como árboles o toldos, para proteger a tu bebé del sol directo. No te fíes de la sombra de las sombrillas a no ser que estén fabricadas con factor de protección solar y sean muy tupidas.
  9. Evita el uso de productos químicos en la piel. Evita el uso de lociones, perfumes, colonias o productos químicos fuertes en la piel de tu bebé, ya que pueden aumentar la sensibilidad al sol y causar irritaciones.
  10. Ten cuidado en el agua. Si tu bebé está en la piscina o en la playa, recuerda que el agua puede reflejar los rayos del sol y aumentar la exposición. Aplica protector solar resistente al agua y coloca una sombrilla o toldo para proporcionar sombra adicional.

Fuentes: 

Blog EnFamilia de la AEP: “Cuidar la piel. Protegerla del sol”, https://enfamilia.aeped.es/prevencion/cuidar-piel-protegerla-sol