Todos los hijos afirman que sus padres tienen un hijo favorito y, generalmente, no es él, sino uno de sus hermanos. ¿Es esto cierto? ¿Los padres tienen un hijo favorito? ¿Qué implica esto?
¿Todos los padres tienen un hijo favorito?
Según diversos estudios que se han llevado a cabo sobre el tema, la mayoría de los padres tiene un favorito entre sus hijos.
Por ejemplo, según un estudio realizado entre 2001 y 2014 en la Universidad Estatal de Iowa, casi todos los padres tienen un hijo favorito, aunque los hijos rara vez aciertan sobre quién es ese favorito, ya que tienden a pensar que es otro hermano en lugar de él. En concreto, un 60% de los hijos se equivocó al señalar quién era el favorito de la familia.
Otra investigación realizada en 2006 y titulada “Vínculos recíprocos entre crianza diferencial, parcialidad percibida y autoestima: un estudio longitudinal de tres ondas”, afirma que hasta el 74% de las madres y el 70% de los padres en el Reino Unido tiene un trato preferencial hacia un niño.
Además, suele haber una preferencia habitual hacia el pequeño de la familia, considerado para siempre como “el bebé”. Esto se debe a que los padres ya tienen más experiencia al criar al pequeño, por lo que la crianza suele ser más fluida y menos problemática.
Según estos estudios, el 43% de los padres con tres o más hijos prefiere al menor, un tercio elige al hijo del medio y solo el 19% se inclina por el mayor.
Además del orden, otros factores pueden influir en el hecho de tener un favorito, como que el niño se parezca más a uno de sus progenitores, que padezca algún problema o enfermedad, que sea más cariñoso y atento, etc.
¿Cómo afecta este favoritismo a los hijos?
El hecho de creer que tus padres prefieren a uno de tus hermanos e incluso de pensar que le quieren más puede afectar a las relaciones de los hijos con los padres y de los hermanos entre sí, pudiendo surgir problemas como celos, rivalidades o divisiones.
Además, pensar que tus padres te quieren menos o que eres más decepcionante para ellos afecta a la autoestima y la seguridad aumentando el riesgo de depresión. También puede generar miedos e inseguridades y hacer que esa persona busque a toda costa el amor y la aceptación de los demás.
Por el contrario, el saberse el favorito de uno de los progenitores también puede afectar más emocionalmente al hijo cuando a ese padre o madre le ocurra alguna desgracia como una enfermedad grave o incluso la muerte.
Favorito no significa más amor
A pesar de todo lo dicho, no hay que alarmarse ni entrar en pánico, sobre todo si eres madre o padre de familia de varios hijos y estás preguntándote si tienes un favorito, quién es y si los demás se habrán dado cuenta, temiendo que estés “destrozando” la vida de tus hijos.
Tranquil@, para empezar, puede que seas de ese porcentaje menor de padres que no siente predilección por ningún hijo, por lo que no hay nada más que hablar.
O puede que sí sientas favoritismo por uno de ellos por diversos motivos, pero no te martirices ni pienses que estás haciendo nada mal. Como hemos visto, es algo habitual y, en la mayoría de los casos, los hijos no diferencian las preferencias, así que seguramente no se habrán dado cuenta.
Los hijos suelen asumir que el favorito es el pequeño o el que causa menos problemas, pero no siempre es así, por lo que rara vez descubren quién es el favorito, si lo hay. De hecho, lo normal es pensar que el favorito es otro y que los padres favorecen a otro de sus hermano; es un pensamiento habitual en los niños pequeños.
Además, y los más importante, predilección o favoritismo no es lo mismo que más amor. Puedes sentirte más cercano a uno de tus hijos o llevarte mejor con él, pero eso no significa que le quieras más que a los demás. La mayoría de los padres quiere por igual a todos sus hijos y eso es lo más importante, demostrarles a todos tu amor cada día y que los quieres a todos por igual. Así como tratarlos a todos por igual y procurar que su educación sea igual, salvando las diferencias habituales marcadas por la edad de cada uno o por sus necesidades.
Si educas así a tus hijos, no habrá ningún problema y todos se sentirán igual de queridos. Y, al crecer, se darán cuenta de que el tema de los favoritismos no tiene importancia y valorarán más todo tu amor y esfuerzo por darles lo mejor. Sobre todo cuando tengan sus propios hijos y se den cuenta de lo complicado que es la paternidad.
Fuente:
Peng, Siyun, J. Jill Suitor, and Megan Gilligan. 2019. “Maternal Differential Treatment and Psychological Well-being: The Mediating Role of Marital Tension and Sibling Tension?” The Journals of Gerontology Series B: Psychological and Social Sciences. doi:10.1093/geronb/gbz158
Suitor, J. Jill, Megan Gilligan, Marissa Rurka, Siyun Peng, Jordan Meyer, and Karl Pillemer. 2019. “Accuracy of Adults Children’s Perceptions of Mothers’ Caregiver Preferences.” The Gerontologist. doi:10.1093/geront/gny064
Pillemer, Karl, J. Jill Suitor, Catherine Riffin, and Megan Gilligan. 2017. “Adult Children’s Problems and Mothers’ Well-Being: Does Parental Favoritism Matter?” Research on Aging, 39(3), 375–395. doi: 10.1177/0164027515611464