Fomentar la responsabilidad en nuestros hijos es importante para su desarrollo y bienestar presente y futuro, por lo que no debes hacer todo por él, sino enseñarle a ser autónomo y responsable. Te enseñamos cómo.
¿Qué significa ser responsable?
Ser responsable implica tener la capacidad de decidir apropiadamente y dentro de las normas sociales, ser autosuficiente, tener autoestima, saber defenderse, evitar decisiones peligrosas o irresponsables, etc. Se trata de saber escoger y aceptar las consecuencias de los actos sin buscar a otros responsables.
Algunas características de una persona responsable son:
– consigue los objetivos propios sin pisar a nadie
– cumple con sus obligaciones
– hace lo que promete
– no echa la culpa a nadie ni nada por sus errores
– es capaz de elegir entre varias opciones
– es capaz de razonar y reflexionar
– respeta y conoce los límites
¿Por qué es tan importante la responsabilidad?
La responsabilidad es fundamental en el desarrollo y educación de un niño por diversas razones, influyendo positivamente en su crecimiento personal, social, y académico:
– Desarrollo de la autonomía: aprender a ser responsable ayuda al niño a volverse más independiente y seguro de sus capacidades, lo que es crucial para su desarrollo personal. Un estudio publicado en “The Journal of Genetic Psychology” resalta cómo la autonomía y la responsabilidad están interconectadas, sugiriendo que fomentar la responsabilidad en los niños puede promover su autonomía.
– Mejora de habilidades de gestión del tiempo: los niños que aprenden a ser responsables desde una edad temprana suelen ser mejores gestionando su tiempo. Esto es crucial para su éxito académico y para equilibrar otras actividades. Además, la gestión del tiempo efectiva está relacionada con mejores resultados académicos y menor ansiedad.
– Desarrollo del sentido de pertenencia: ser responsable también ayuda a los niños a entender su rol dentro de su comunidad, ya sea en la familia, la escuela, o grupos de amigos. Esto fomenta un sentido de pertenencia y contribuye a su bienestar social y emocional.
– Fortalecimiento de la autoestima: cumplir con responsabilidades y lograr objetivos contribuye positivamente a la autoestima de los niños. La sensación de logro les ayuda a sentirse competentes y valiosos.
– Preparación para el futuro: aprender a manejar responsabilidades prepara a los niños para los desafíos del futuro, tanto en la adolescencia como en la vida adulta. Les enseña a enfrentar obligaciones y a tomar decisiones, habilidades esenciales para su futuro profesional y personal.
Además, enseñar a nuestro hijo a ser responsable es bueno también para nosotros, los progenitores, ya que cuanto más responsable sean nuestros hijos, más tareas nos evitarán, haciendo que nuestro día a día sea menos estresante y que la relación en casa sea mejor. Si son responsables, ellos solos recogerán su cuarto, ordenarán su ropa, harán sus deberes o estudiarán sin tener que estar nosotros detrás de ellos constantemente, lo que al final lleva a enfados y estrés.
Cómo enseñar a tu hijo a ser responsable
1- Asígnale tareas según su edad. Desde pequeño es importante que se encargue de realizar pequeñas tareas apropiadas a su edad y sus capacidades para que vaya adquiriendo autonomía y responsabilidad, como recoger sus juguetes al acabar de jugar con 2 o 3 años, llevar su plato a la cocina o ayudar a poner la mesa con 5 años, hacer su cama con 7 años, etc.
2- Valora cada logro y avance que haga. Cuando se muestre responsable y realice sus tareas sin necesidad de pedírselo, muéstrate muy contento y orgulloso y dale un fuerte abrazo para que se sienta feliz por portarse como se espera. Eso refuerza su comportamiento positivo.
3- Fomenta la motivación intrínseca preguntándole cómo se siente al cumplir sus obligaciones o sacar buenas notas. Así se dará cuenta de que se siente muy feliz y orgulloso de sí mismo y querrá seguir haciendo las cosas bien para volver a sentir esa felicidad interna.
4- No le salves cuando se olvide de algo. Si se olvida sus libros, su estuche o de qué deberes tenía que hacer, no vayas en su ayuda y se lo lleves al colegio o preguntes a otros padres, tiene que responsabilizarse de sus errores y darse cuenta de que tienen consecuencias. Si siempre le salvas tú, nunca se hará responsable de sus cosas y tendrás que seguir ayudándole hasta cuando sea mayor. No seas su agenda, debes ocuparse él mismo de anotar sus tareas y saber cuándo debe hacerlas.
5- Déjale que tome pequeñas decisiones. A medida que vaya creciendo debes ir tomando pequeñas decisiones como elegir la ropa, la fruta que quiere de postre, en qué orden hacer sus tareas, qué extraescolares quiere, etc.
6- Déjale que intente resolver solo sus pequeños conflictos. Siempre que no haya peleas o riesgo, déjale que resuelva solo los pequeños conflictos que surgen con sus hermanos o amigos. Y, si no saben cómo hacerlo de manera pacífica, dales unas pautas o herramientas, pero dejándoles que decidan solo.
7- No te sientes con él para hacer las tareas del cole. Puedes ayudarle si no sabe hacer algo o si tiene problemas, pero no te sientes todo el rato a su lado, debe acostumbrarse a hacerlo solo. Así ganará en responsabilidad.
8- Cuida el lenguaje y no hables en plural, sino en singular. Nada de “hoy tenemos un examen” o “cuántos deberes tenemos hoy” o “vamos a hacer el trabajo”. Lo tiene que hacer él todo, no tú, así que nada de hablar en plural, sois dos personas diferentes.
9- Por mucho que remolonee y muy nervioso que te ponga por lo que tarda, no acabes haciendo tú sus tareas.
10- Establece una serie de normas, límites y rutinas. Dan seguridad a los niños y les ayudan a tener más autoestima.
11- Si no entiende una orden, repítesela o explícasela hasta que le queda claro, pero no se la repites una vez la ha entendido, debe hacer él el esfuerzo de acordarse para no depender de ti.
12- No subestimes a tu hijo, es capaz de hacer mucho más de lo que crees.
13- Fomenta su autonomía y su autoestima. Eso le hace sentirse más seguro y le ayuda a tomar decisiones y saber escoger.
14- Si toma una mala decisión o se equivoca, pero intentaba hacer lo correcto, no le regañes, todos nos equivocamos. Es la forma de aprender.
15- Sé un buen ejemplo de responsabilidad. Si tú no haces tus tareas y no eres responsable, él tampoco lo será.
16- Edúcale en valores importantes como el compromiso, el deber, el trabajo, el esfuerzo… valores que le ayudarán en su tarea de ser más responsable.
Fuente:
Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.
Zimmer-Gembeck, M. J., & Collins, W. A. (2003). Autonomy development during adolescence. The Journal of Genetic Psychology, 164(4), 427-460.