La memoria es la capacidad que nos permite retener información y recuerdos. Cuando nacemos, esta función está poco desarrollada, por lo que ni siquiera tenemos memoria a corto plazo. A partir de los seis meses, con ésta totalmente desarrollada, comenzamos a recordar a las personas y las acciones diarias. Con la llegada del primer año, la utilización del lenguaje favorece el desarrollo de la memoria; con la de los dos años, nuestro lenguaje es amplio, lo que nos permite recordar casi todo tipo de información.

Para fortalecer la memoria, es necesario estimularla. Para ello, debemos trabajar con los peques desde su nacimiento, especialmente con juegos. Es importante que estos sean entretenidos y divertidos, puesto que, si no, se mostrarán reacios y perderán el interés.

Hoy, os ofrecemos una serie de juegos y actividades que podemos realizar con nuestros hijos para estimular su memoria. Si lo hacemos, sus habilidades futuras, como las psicomotrices, se desarrollarán de forma óptima.

trucos, memoria, juego, estimulación, consejos, juegosCuentos

Uno de los momentos favoritos de los niños suele ser el de leer cuentos. De hecho, suelen pedirnos que les contemos la misma historia en repetidas ocasiones. Podemos aprovechar este interés para lograr que se aprendan de memoria la historia. Cuando lo hayan hecho, podemos equivocarnos de vez en cuando para que ellos mismos nos corrijan. Si son más grandes, podemos contarlos a medias para que ellos continúen la historia; si todavía son peques, pueden decirnos palabras concretas.

Canciones

No existe un método más entretenido para estimular la memoria que escuchar canciones. Son pegadizas, con lo que nos las aprendemos casi sin darnos cuenta. Además, si queremos que nuestros hijos aprendan una información concreta, como nuestro número de teléfono, podemos inventarnos canciones que incluyan estos datos. ¡Veréis qué fácil les resulta!

Frases escondidas

Si queremos que nuestros hijos se aprendan una serie de palabras o conceptos, podemos hacerlo a través de una frase. Por ejemplo, para memorizar el orden de los días de la semana, podemos decirles la frase “Los martillos morados juegan, vuelan, saltan, duermen”. En este juego, la inicial de cada palabra representa la inicial de cada día de la semana. Al establecer una conexión de informaciones, es más fácil recordar los datos y, además, se refuerza la memoria a largo plazo.

Objetos escondidos

Para este juego, tenemos que coger una serie de juguetes u objetos que tengamos en casa. Se los enseñamos a nuestros hijos y, después, los escondemos delante de ellos. Cuando ya estén escondidos, le pedimos a los niños que los descubran en el orden en que vayamos indicándoles. ¡Y deben hacerlo antes de un tiempo que hayamos establecido!

Tarjetas asociadas

Seguramente, vosotros mismos hayáis jugado a este juego en algún momento de vuestras vidas. Sobre una superficie, se colocan parejas de cartas boca arriba, todas desordenadas. Dejamos que los niños las vean durante un tiempo y, cuando consideremos, las colocamos boca abajo. A continuación, tienen que ir levantando, en cada turno, dos tarjetas que ellos crean que son iguales.

Cadena de palabras

Éste es uno de los trucos más sencillos, ¡y también de los más efectivos! Para jugar, tenemos que crear una sucesión de palabras, tan larga como queramos. La primera persona dice una palabra, la segunda recuerda la anterior y añade una más, la tercera persona nombra las dos anteriores e incorpora una más a la lista. Así, sucesivamente, hasta que uno de los jugadores falle. Entonces, el ejercicio habrá terminado.

Otros

Además de estos juegos mencionados, hay una serie de consejos que podemos seguir para estimular la memoria de los peques. En nuestro día a día, debemos intentar mantener siempre la misma rutina; de lo contrario, los niños no establecerán una asociación. Puede que no lo supieseis, pero la falta de orden da lugar, por lo general, a pérdidas de memoria.

También es recomendable que permitamos que nuestros hijos sean más activos. Si necesitan algo, podemos decirles que ellos mismos vayan a por ello –siempre y cuando no sea algo peligroso-. De esta forma, aprenderán dónde está cada objeto de la casa y, así, fortalecerán su memoria.