El parto tiene tres fases: dilatación, expulsivo y alumbramiento. Descubre qué ocurre en cada una de ellas y cómo prepararte.

Primera fase: dilatación

La primera fase es la dilatación y comprende desde que empiezan las contracciones de parto y el cuello uterino empieza a abrirse hasta que alcanza los 10 cm de dilatación.

Esta fase se divide a su vez en tres partes:

Fase latente (desde el inicio hasta los 3 cm de dilatación): es la etapa en que empiezan las contracciones de parto y la parturienta comienza a controlarlas para saber cuándo debe ir al hospital. Se considera que no hace falta ir hasta que las contracciones son rítmicas, frecuentas, regulares y cada vez más intensas y repetidas. Cuando haya al menos dos contracciones cada 10 minutos durante dos horas, en primerizas, se aconseja ir al hospital. El cuello uterino comienza a dilatarse y a borrarse (adelgazarse), al menos en un 50% respecto a su longitud.

Fase activa: la dilatación del cuello uterino se vuelve más rápida. Por lo general, se considera que la dilatación activa comienza cuando el cuello uterino está dilatado de 3 a 4 centímetros y se extiende hasta aproximadamente los 7-10 centímetros. Las contracciones son más fuertes y regulares, y el proceso de dilatación puede llevar varias horas.

Transición: en esta fase, el cuello uterino se dilata de 8 a 10 centímetros. Las contracciones son muy intensas y ocurren cada 2 minutos aproximadamente. Esta etapa puede ser muy dolorosa, pero es la más corta.

La duración total de esta fase depende de cada mujer, de cómo esté colocado el bebé, de si se pone la epidural o no, de si es primeriza o secundípara… En general, dura de 8 a 12 horas, aunque puede alargarse hasta las 20 horas en algunos casos.

¿Qué hacer en esta fase?

La primera parte de esta etapa tienes que estar en casa tranquila, controlando cada cuánto se producen las contracciones para saber cuándo debes ir al hospital. Mientras, acaba de preparar lo que tienes que llevar al hospital, date una ducha, haz ejercicios en la pelota de pilates o relájate en el sofá.

Una vez vayas al hospital, estarás en una sala de maternidad (llamada sala de expectantes) o en tu habitación si es un centro privado. Allí te colocarán la vía intravenosa, monitores para controlar las contracciones y la frecuencia cardiaca fetal, explorarán el cuello uterino…

La recomendación es que mientras dure la primera fase de esta etapa no te quedes tumbada y camines o te muevas para facilitar la dilatación. Apóyate en las respiraciones y técnicas de relajación que has aprendido.

Una vez que el dolor sea muy intenso y estés dilatada de más de 3 cm, puedes pedir la anestesia epidural si es lo que deseas.

Al mismo tiempo, la cabeza del feto “entra” en la pelvis (o “se encaja”) y empieza a descender hacia la vulva, atravesando los que los médicos conocen como 4 planos de Hodge. Este descenso es lento y dura varias horas ya que el canal es estrecho y debe ir amoldándose a cada ángulo para ir descendiendo. Normalmente en la fase de dilatación el feto pasa del primer al tercer plano.

Segunda fase: expulsivo

Una vez que el cuello uterino está totalmente dilatado y la cabeza del bebé ya se encuentra en el cuarto plano de Hodge la madre comienza a notar ganas de empujar por la presión de la cabeza del niño sobre el periné.

La madre tiene que empujar con cada contracción uterina. Los músculos abdominales y los músculos del suelo pélvico trabajan juntos para ayudar a impulsar al bebé hacia abajo y fuera del canal del parto.

El obstetra o la matrona te guiarán y te ayudarán a saber cuándo empujar y durante cuánto tiempo para que los pujos sean más efectivos.

Cuando la cabeza del bebé sale completamente del canal del parto, se dice que ha ocurrido el “nacimiento de la cabeza”. Luego, el profesional de la salud ayuda a girar al bebé para que los hombros puedan pasar a través de la pelvis de la madre. Una vez que los hombros están libres, el resto del cuerpo del bebé sale con facilidad.

Si el periné no se distiende lo suficiente, se puede hacer una episiotomía o pequeño corte para facilitar la salid evitando desgarros grandes.

Actualmente, si no hay ningún problema ni el cordón se ha enrollado, se deja a la madre sacar al bebé y colocárselo en su pecho para que comience el piel con piel.

Esta etapa es más corta que la anterior. Durará alrededor de 30 minutos si es el primer nacimiento y menos en los siguientes.

¿Qué hacer en esta fase?

Esta etapa transcurre en el paritorio. Con la anestesia epidural puedes notar menos las ganas de empujar, aunque si se ha administrado correctamente lo normal es que sí notes las contracciones y sepas cuándo empujar. Déjate guiar por los profesionales médicos e intenta descansar entre pujo y pujo.

Tercera fase: alumbramiento

Durante esta etapa, la placenta y las membranas fetales son expulsadas del útero de la madre después de que el bebé ha nacido.

Una vez que el bebé ha nacido, la placenta ya no es necesaria y debe ser expulsada del cuerpo de la madre. Esto se hace generalmente mediante contracciones uterinas suaves que ayudan a separar la placenta del revestimiento uterino. El profesional de la salud puede pedir a la madre que realice algunos empujes suaves para ayudar a expulsar la placenta.

Después de la expulsión de la placenta, el médico examinará la placenta para asegurarse de que se haya expulsado por completo. También se pueden realizar inspecciones para verificar que no haya fragmentos de tejido o membranas retenidas en el útero, ya que esto puede causar complicaciones.

Después, se realiza la ligadura y el corte del cordón umbilical, lo que puede realizar incluso el padre.

Por último, se evalúa a la madre para comprobar que no hay complicaciones ni sangrado excesivo. Se pueden administrar medicamentos para ayudar a reducir la hemorragia uterina si fuera necesario.

Si se ha practicado una episiotomía se procede a la sutura de la incisión y ya podrás irte a la habitación a disfrutar de tu bebé.

Esta etapa es la más corta y dura unos 10 minutos.

¿Qué hacer en esta fase?

Mantente tranquila y haz caso a las indicaciones de los médicos. Mientras, disfruta de tu peque, por fin lo tienes en tus brazos.

Fuente:

NIH: https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/labor-delivery/informacion/etapas

Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.