La leche de cabra es menos habitual que la de vaca, pero puede ser muy beneficiosa en algunas ocasiones ya que presenta más digestibilidad. Descubre sus beneficios explicados desde la ciencia.
¿Por qué es más digestiva la leche de cabra?
La mayor digestibilidad de la leche de cabra se explica por varias características físico-químicas que han sido estudiadas en nutrición y fisiología digestiva.
1. Estructura de la grasa: glóbulos más pequeños y más lipasas eficientes
Los glóbulos grasos de la leche de cabra son más pequeños y tienen una membrana más frágil que los de la leche de vaca. Esto facilita que las enzimas digestivas (lipasas) actúen más rápido, favoreciendo la emulsificación y absorción lipídica.
Además, tiene más ácidos grasos de cadena media que se absorben más rápidamente que los de cadena larga.
Estas características favorecen una digestión más rápida y suave, especialmente en individuos con trastornos gastrointestinales.
2. Cuajo y coágulo: forma agregados más blandos
La caseína de la leche de cabra (especialmente la αs1-caseína) tiene una estructura distinta a la de vaca. Esto hace que, al contacto con el ácido del estómago, se forme un coágulo más suave y desmenuzable, que pasa más rápido del estómago al intestino, mejorando la digestibilidad.
Esto se traduce en vaciamiento gástrico más rápido y menor sensación de pesadez.
Un estudio mostró que las proteínas de la leche de cabra se hidrolizan más velozmente que las de vaca durante las pruebas de digestión simulada, favoreciendo la digestibilidad.
3. Menor contenido de αs1-caseína (proteína asociada a intolerancias)
La leche de cabra suele tener niveles significativamente menores de αs1-caseína, una proteína que en la leche de vaca está relacionada con:
- formación de coágulos más duros
- mayor reactividad inmunológica en personas sensibles
Esto no elimina alergias reales a la proteína de leche, pero sí explica por qué algunas personas la toleran mejor.
No obstante, no es adecuada para personas con alergia verdadera a la proteína de leche de vaca, ya que las proteínas siguen siendo similares en estructura.
4. Composición mineral más favorable
La leche de cabra contiene más calcio, fósforo y cloro en formas más solubles, y menos lactosa (un poco menos que la leche de vaca, aunque no es apta para intolerantes severos). Esto facilita el proceso digestivo, especialmente en el intestino delgado.
Por todo ello, la leche de cabra resulta más digestiva debido a la estructura de su grasa, la calidad del coágulo proteico, la menor presencia de αs1-caseína y una composición mineral que favorece la absorción. No es un sustituto universal para alergias, pero sí puede ser mejor tolerada en personas con molestias gastrointestinales leves o digestión lenta.
Beneficios de la leche de cabra
– Propiedades terapéuticas potenciales
Diversos estudios sugieren beneficios en:
- malabsorción de grasas,
- recuperación nutricional tras diarreas,
- situaciones de desnutrición.
La mejor absorción de lípidos y minerales podría explicar parte de estos efectos.
– Composición mineral y metabólica
La leche de cabra tiene:
- mayor biodisponibilidad de minerales (como calcio y hierro),
- un coágulo gástrico más blando,
- posible mejor tolerancia en personas con digestión lenta.
– Implicaciones para la industria alimentaria y la nutrición
Los hallazgos sugieren:
- mejor adecuación de la leche de cabra para fórmulas infantiles (aunque no es apta para alergia a proteínas lácteas),
- potencial uso en productos fermentados y quesos de coagulación ácida,
- ventajas en contextos donde se busca digestión rápida o suavizada.
– Funciones biológicas de las caseínas
La leche de cabra contiene caseínas, fuentes ricas en péptidos que tienen funciones biológicas relevantes (antihipertensivas, antimicrobianas, inmunomoduladoras y opioides), lo que podría ofrecer otros muchos beneficios para la salud de esta leche, aunque hacer falta seguir haciendo más estudios sobre su biodisponibilidad y efecto real en humanos.
Fuentes:
Park, Y. W. (1994). Hypo-allergenic and therapeutic significance of goat milk. Small Ruminant Research, 14(2), 151–159.
Haenlein, G. F. W. (2004). Goat milk in human nutrition. Small Ruminant Research, 51(2), 155–163.
Raynal-Ljutovac, K., Lagriffoul, G., Paccard, P., Guillet, I., & Chilliard, Y. (2007). Milk clotting and digestibility properties of goat milk. International Dairy Journal.
López-Expósito, I., & Recio, I. (2008). Caseins and peptides derived from casein: structure and biological properties. En Milk Proteins.
Alférez, M. J. M. et al. (2001). Digestive utilization of goat and cow milk fat in malabsorption disorders. Journal of Dairy Science.
